Es el momento de crecer, tanto en altura como en sabiduría, tal y como Jesús lo hizo en el templo
La Biblia nos narra en Lucas capítulo 2 que cuando Jesús tenía 12 años, se quedó en el templo de Jerusalén. Él estaba sentado en medio de los doctores de la ley, hablándoles y preguntándoles, y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas.
Este capítulo finaliza en el verso 52 que dice lo siguiente: “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres”.
El tiempo gramatical del verbo “crecía” indica una acción habitual, es decir, Jesús constantemente estaba aumentando su sabiduría (su temor a Dios), físicamente en estatura como alguien propio de su edad y gracia. Podemos decir entonces que el crecimiento físico, emocional y psicológico tienen un desarrollo constante.
La vida está llena de altibajos, de temporadas y de aprendizaje, el qué hacemos con eso sólo depende de nosotros.
Ciertamente dejar la temporada de la niñez quizá no te parezca tan emocionante o tal vez tu quisieras ser más grande. Sea cual sea tu caso, debes de saber que cada etapa conlleva su crecimiento, no las podemos retrasar porque te estancarías y tan poco las podemos adelantar porque tal vez vivirías cosas que te sobrepasan.
Hay otros casos, en los que las circunstancias nos van a forzar a crecer prematuramente por las diferentes situaciones que vivamos, pero confía en que cada proceso que vivas, Jesús estará contigo y serás victorioso si inclinas tu oído para escuchar y obedecer.
Ten ánimo, pues, aunque nuestro alrededor parezca complicado y abrumador, las promesas de Dios para tu vida permanecen firmes e inmutables.
¡El futuro sigue siendo brillante pues Dios nunca deja de ser Dios!
Saying goodbye to childhood
It’s time to grow up, both in height and wisdom, just as Jesus did in the temple
The Bible tells us in Luke chapter 2 that when Jesus was 12 years old, he stayed in the temple in Jerusalem. He was sitting among the doctors of the law, speaking to them and asking them questions, and all who heard him marveled at his intelligence and answers.
This chapter ends in verse 52, which reads as follows: “And Jesus increased in wisdom and stature, and in favor with God and man.”
The grammatical tense of the verb “grew” indicates a habitual action; that is, Jesus was constantly increasing in wisdom (his fear of God), physically in stature as someone proper to his age and grace. We can say then that physical, emotional and psychological growth is constantly developing.
Life is full of ups and downs, seasons and learning; what we do with that is only up to us.
Indeed, leaving the season of childhood may not seem so exciting to you, or maybe you wish you were older. Whatever your case may be, you should know that each stage entails its growth; we cannot delay them because you would stagnate, and we can’t advance them because maybe you would live things that would surpass you.
There are other cases in which circumstances will force us to grow prematurely because of the different situations. Still, trust that in every process you live, Jesus will be with you, and you will be victorious if you incline your ear to listen and obey.
Be encouraged, for even though our surroundings seem complicated and overwhelming, God’s promises for your life remain firm and unchanging.
The future remains bright, for God never ceases to be God!