Porque además de Visionarias, somos valiosas y nadie puede decirnos lo contrario
¡Wow!
TikTok, Instagram, Twitter, Facebook todos hablan sobre valorar a la mujer; por medio de estas redes se organizan marchas, huelgas, reportajes y conferencias, pero las noticias siguen reflejando que la sociedad no lo alcanza a comprender lo que estos movimientos realmente significan.
Lamentablemente ha sido un tema mal abordado y a la vez tergiversado; francamente creo que mientras se ha llevado a un extremo, al mismo tiempo no hemos logrado poner a la mujer en su justo valor.
Jesús sin duda rompió todos los paradigmas, su manera de amar y de llenar el corazón tanto mujeres como hombres, fue un parteaguas en aquel tiempo y lo sigue siendo hoy.
Leyendo la Biblia puedo cerrar los ojos e imaginar a Jesús sentado bebiendo el agua en el pozo con esa mujer señalada por su mala reputación, me lo puedo imaginar cuando se dejaba lavar los pies por una mujer arrepentida, lo puedo ver teniendo seguidoras, resucitando al hijo de una viuda o a la niña de una madre. ¡Jesús nunca dejó de amar y valorar a las mujeres!
El punto aquí somos nosotras y lo que hacemos hoy: en primer lugar, el valor que nos damos a nosotras mismas y en segundo, el valor que le damos a las demás, y para ejemplos “basta un botón”: ¿te has mirado al espejo últimamente? (seguro me dirías que sí) pero… ¿lo has hecho sin criticar tus imperfecciones?, ¿cómo te hablas cuando te equivocas?, ¿cómo te expresas de ti misma?
Si Jesús vino a darnos valor, ni nosotras mismas debemos dejar de hacerlo.
¡Vamos mujer! Levántate y deja que Jesús vuelva a definir tu valor, déjalo sentarse junto a ti a beber agua, deja que tus lágrimas sobre sus pies devuelvan en ti el perdón e inocencia de cuando eras una niña, acuérdate que él te ama tal y como eres, y que tiene en ti una promesa que llena de esperanza a todos los que te rodean.
Eres hermosa, valiosa, poderosa en él, eres bendecida, exitosa, triunfadora, una “matagigantes”, que sí se cae, pero que con el mismo impulso ¡se levanta de un brinco! Eres una mujer todo terreno, llena de virtudes y valiente para reconocer caídas y aprender de ellas.
Si Jesús vino a darnos valor, entonces eso somos: ¡valiosas!
Que nadie te diga lo contrario… en lugar de eso, ¡tú recuérdaselo a todas!
Valuing women
Because in addition to Visionarias, we are valuable, and no one can tell us otherwise
Wow!
TikTok, Instagram, Twitter, and Facebook all talk about valuing women; marches, strikes, reports and conferences are organized through these networks, but the news continues to reflect that society needs to understand what these movements mean.
Unfortunately, it has been a topic that has been poorly addressed and, at the same time, misrepresented; frankly, while it has been taken to an extreme, at the same time, we have not managed to put women at their rightful value.
Jesus undoubtedly broke all paradigms; his way of loving and filling the hearts of both women and men was a watershed at that time and continues to be so today.
Reading the Bible, I can close my eyes and imagine Jesus sitting drinking water at the well with that woman singled out for her bad reputation, I can imagine him washing the feet of a repentant woman, I can see him having female followers, resurrecting a widow’s son or a mother’s child. Jesus never stopped loving and valuing women!
The point here is us and what we do today: first of all, the value we give to ourselves and secondly, the value we give to others, and for example, “a button is enough”: have you looked at yourself in the mirror lately (I’m sure you would say yes) but… have you done it without criticizing your imperfections, how do you talk to yourself when you are wrong, how do you express yourself?
If Jesus came to give us courage, we should not stop doing it.
Come on, woman! Stand up and let Jesus redefine your value, let him sit next to you to drink water, let your tears on his feet restore in you the forgiveness and innocence of when you were a child, remember that he loves you just as you are and that he has in you a promise that fills with hope all those around you.
You are beautiful, valuable, and mighty in him; you are blessed, victorious, triumphant, a “giant-killer” who falls but with the same impulse and gets up with a leap! You are an all-terrain woman, full of virtues and brave enough to recognize and learn from falls.
If Jesus came to give us courage, then that is what we are: courageous!
Let no one tell you otherwise… instead, you remind everyone!