Ícono del sitio Mujeres Visionarias

Planificación familiar

La era de la anticoncepción moderna comenzó en 1960, cuando Food and Drug Administration de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) aprobó por primera vez los anticonceptivos orales, sin embargo, fue hasta 1973 que se fundaron los servicios nacionales de planificación familiar.

A medida que las sociedades se hacen más consumistas, la fertilidad disminuye. Este descenso es la consecuencia de la utilización de los métodos anticonceptivos y del aborto.

A lo largo de su vida reproductiva, la media de las mujeres que viven en áreas rurales experimenta 15 años de amenorrea (ausencia de período menstrual) por la lactancia, cuatro años de embarazos y solamente 48 ciclos menstruales. En el otro extremo, una mujer urbana moderna experimenta 420 ciclos menstruales.

Las mujeres contemporáneas tienen la menarca (primer período menstrual) a temprana edad (de los 9 a los 11 años) y comienzan a tener relaciones sexuales a edades más tempranas (de los 14 a 18 años).

En los Estados Unidos quedan embarazadas más mujeres jóvenes menores de 25 años que en otros países occidentales. Las tasas de embarazos entre las adolescentes de los países de Europa y Canadá oscilan entre el 13 y el 53%, estos porcentajes en países de primer mundo, en comparación con los de tercer mundo en los que se incluye a México, la edad promedio de inicio de relaciones sexuales es de 16 años, mientras que el promedio de edad en embarazos es de 18.

Obviamente, no es cierto que las jóvenes americanas deseen tener estas altas tasas de embarazo. En los últimos años, las adolescentes americanas, así como las mexicanas, abortan cerca de la mitad de sus embarazos.

Entre los 20 y 34 años de edad, las mujeres americanas tienen las tasas más altas de aborto en comparación con otros países, indicando que existe un problema no apreciado, pero real, de gestaciones no deseadas después de la adolescencia.

Se estima que en México y en Estados Unidos alrededor de la mitad de todos los embarazos no son planificados, y más de la mitad de estos terminan en aborto.

Otro factor que contribuye al problema de los embarazos no deseados es el retraso en llegar al matrimonio. La mayor diferencia entre las mujeres latinoamericanas y las europeas es que las primeras menores de 25 años son menos propensas a utilizar cualquier método anticonceptivo.

El uso de anticonceptivos orales (la principal elección de las mujeres jóvenes) es significativamente más bajo en Estados Unidos que en otros países. En México el método de planificación más utilizado son los hormonales inyectables.

La anticoncepción no es nueva, pero su gran desarrollo y aplicación global si lo son, ya que existe una falta de información certera y oportuna por parte del primer nivel de atención en el Sector Salud para individualizar a cada mujer e indicarle el método anticonceptivo más efectivo de acuerdo con su historia clínica y exploración física.

El aborto

La Organización Mundial de la Salud reporta que en la actualidad se producen aproximadamente 25 millones de abortos al año.

Alrededor de un tercio de los embarazos que no acaban en aborto espontaneo o muerte fetal finalizan en aborto inducido. La tasa de abortos inducidos en los hospitales ha ido aumentando considerablemente y más del 50 por ciento de ellos se realizan en mujeres menores de 25 años, con un pico entre los 18 y 19 años de edad, alrededor del 80% son solteras.

Complicaciones de suspender el embarazo

1. Restos óvulo-placentarios en cavidad uterina
2. Sepsis (infección en todos los órganos)
3. Hemorragia uterina
4. Perforación uterina
5. Desgarros cervicales
6. Muerte materna

Anticoncepción postcoital

El uso de altas dosis de estrógenos para impedir la implantación fue realizado por primera vez por Morris y Wegenen en Yale en los años 60.

Este método es conocido comúnmente como “la píldora del día después”, sin embargo, sería más exacto y apropiado llamarle “anticoncepción de urgencia”, para resaltar la intención de protección para una sola vez. Es una opción importante para las mujeres, y debe considerarse si se rompe el preservativo, cuando hay un ataque sexual o si no se utiliza ningún método.

Se estima que la anticoncepción postcoital podría evitar 1.7 millones de embarazos no deseados en los Estados Unidos, así como reducir el número de abortos inducidos de 1.5 millones.

Su mecanismo de acción es que interfiere con la implantación y la supervivencia del embrión y su administración ha de iniciarse tan pronto como sea posible después de las relaciones sexuales no protegidas, nunca después de 72 horas. En caso de que este método de urgencia no sea efectivo, puede ocasionar daños a los fetos.

Family Planning

The era of modern contraception began in 1960, when the U.S. Food and Drug Administration (FDA) first approved oral contraceptives; however, it was not until 1973 that national family planning services were founded.

As societies become more consumerist, fertility declines. This decline is the consequence of the use of contraceptive methods and abortion.

Throughout their reproductive life, the average woman living in rural areas experiences 15 years of amenorrhea (absence of menstrual periods) due to breastfeeding, four years of pregnancies and only 48 menstrual cycles. At the other extreme, a modern urban woman experiences 420 menstrual cycles.

Contemporary women have menarche (first menstrual period) at an early age (9 to 11 years old) and begin having sex at an earlier age (14 to 18 years old).

More young women under the age of 25 become pregnant in the United States than in other Western countries. Pregnancy rates among adolescents in European countries and Canada range from 13 to 53%, these percentages in first world countries, compared to third world countries including Mexico, the average age of sexual debut is 16, while the average age of pregnancy is 18.

Obviously, it’s not true that young American girls desire these high pregnancy rates. In recent years, American teenagers, as well as Mexican teenagers, have aborted about half of their pregnancies.

Between the ages of 20 and 34, American women have the highest abortion rates compared to other countries, indicating that there is an underappreciated but real problem of unwanted pregnancies after adolescence.

It’s estimated that in Mexico and the United States about half of all pregnancies are unplanned, and more than half of these end in abortion.

Another factor contributing to the problem of unintended pregnancies is the delay in reaching marriage. The major difference between Latin American and European women is that Latin American women under the age of 25 are less likely to use any method of contraception.

The use of oral contraceptives (the main choice of young women) is significantly lower in the United States than in other countries. In Mexico, the most commonly used planning method is hormonal injections.

Contraception is not new, but it’s great development and global application are, since there is a lack of accurate and timely information from the first level of care in the health sector to individualize each woman and indicate the most effective contraceptive method according to her clinical history and physical examination.

Abortion

The World Health Organization reports that there are currently approximately 25 million abortions per year.

About one third of pregnancies that do not end in miscarriage or stillbirth end in induced abortion. The rate of induced abortions in hospitals has been increasing considerably and more than 50 percent of them are performed on women under 25 years of age, with a peak between 18 and 19 years of age, about 80 percent of whom are unmarried.

Complications of terminating pregnancy

1. Ovum-placental remains in the uterine cavity.
2. Sepsis (infection in all organs)
3. Uterine hemorrhage
4. Uterine perforation
5. Cervical tears
6. Maternal death

Postcoital contraception

The use of high doses of estrogen to prevent implantation was first performed by Morris and Wegenen at Yale in the 1960s.

This method is commonly known as “the morning-after pill,” however, it would be more accurate and appropriate to call it “emergency contraception,” to emphasize the intent of one-time protection. It is an important option for women, and should be considered if the condom breaks, when there is a sexual assault, or if no method is used at all.

It’s estimated that postcoital contraception could prevent 1.7 million unintended pregnancies in the United States, as well as reduce the number of induced abortions by 1.5 million.

Its mechanism of action is that it interferes with the implantation and survival of the embryo and its administration should be initiated as soon as possible after unprotected sexual intercourse, never after 72 hours. In case this emergency method is not effective, it can cause damage to the fetus.

Salir de la versión móvil