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Matrimonio

‘Hasta que la muerte nos separe’

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Para lograr ese objetivo en pareja es necesario incluir en la relación el ingrediente más importante: la entrega

“Hasta que la muerte nos separe”, es una frase que se ha convertido en un deseo real al estar de pie en el altar uniendo nuestra vida con la de otra persona; sin embargo, parece ser que para algunos sólo es una fantasía que en la realidad no durará mucho.

Según el Inegi durante los años de pandemia los divorcios se incrementaron un 61.4 por ciento (%) lo que es alarmante, y aún más preocupante, es que el índice de divorcios entre los cristianos también ha crecido considerablemente.

Por lo anterior es necesario que pongamos freno a esta inercia del mundo que se ha infiltrado en las familias que dicen amar a Dios; no sólo por medio de cambios de conductas o buenos tratos, sino con principios de mayor valor y con la intervención de Dios en nosotros.

Como hijos de Cristo tenemos muchísima enseñanza sobre el matrimonio, cada uno de nosotros ha estado por lo menos en un estudio o conferencia sobre este tema, pero eso no es suficiente, necesitamos del ingrediente de fe que puede hacernos fieles y amantes hasta que la muerte nos separe.

El ingrediente del que hablo es la “entrega”, es decir, si las demandas, el egoísmo y la crítica son cambiadas por entrega, pensando siempre en la otra persona, estaremos en un camino de gozo y satisfacción matrimonial para toda la vida.

La entrega aleja el egoísmo y la autosatisfacción; aleja la traición, la acusación, el engaño, etcétera. La entrega mutua nos imanta uno con el otro, después de todo es el ejemplo y fundamento del amor de Jesús por nosotros.

Aceptemos el hecho de que es muy difícil que la fidelidad, la confianza y la prioridad se den dentro de la relación del uno con el otro por nuestras propias fuerzas o buenas intenciones. Realmente lo que nos hace tener un matrimonio sólido, viene de afuera, es decir esta característica se encuentra en Jesús, viene de él y nos invita a experimentarla cada día de nuestra relación con la persona amada.

Que no haya ningún tipo de muerte que nos separe uno del otro, sino que estemos adheridos al sentir del corazón de Jesús cada día.


Till death do us part

To achieve that goal as a couple, it is necessary to include in the relationship the essential ingredient: surrender

“Till death do us part” is a phrase that has become a genuine desire to stand at the altar, uniting our life with that of another person; however, it seems that for some, it is only a fantasy that, in reality, will not last long.

According to Inegi, during the pandemic, divorces increased by 61.4 percent (%); what is alarming and even more worrisome is that the divorce rate among Christians has also grown considerably.

Therefore, it is necessary to stop this inertia of the world that has infiltrated the families claiming to love God, not only through changes in behavior or good treatment but with principles of more excellent value and God’s intervention in us.

As children of Christ, we have a lot of teaching on marriage; each one of us has been to at least one study or conference on this subject, but that is not enough; we need the ingredient of faith that can make us faithful and loving until death do us part.

I am talking about the ingredient “surrender”; if demands, selfishness and criticism are exchanged for surrender, always thinking of the other person, we will be on a path of joy and marital satisfaction.

Surrender drives away selfishness and self-satisfaction; it goes away betrayal, accusation, deceit, and so on. Mutual self-giving imbues us with each other; it is the example and foundation of Jesus’ love for us.

Let us accept that it is tough for faithfulness, trust and priority to happen within our relationship with each other by our strength or good intentions. What makes us have a solid marriage comes from outside; that is to say, this characteristic is found in Jesus; it comes from him, and he invites us to experience it every day of our relationship with our loved one.

May there not be any kind of death that separates us from each other, but may we be attached to the feeling of the heart of Jesus every day.

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Matrimonio

¿El matrimonio perfecto?

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En la reflexión del Fin de Año nos damos cuenta que seguimos de pie, luchando, creyendo y con la mirada fija en el creador del universo

El año está terminando y aquí seguimos, luchando, soñando, visionando y por supuesto peleando juntos por nuestra familia como matrimonio; no podemos negar que hasta este momento Dios nos ha sustentado, bendecido y guardado.

Este 2024 pasaron por nuestra vida viajes, inversiones, servicio a Dios, desafíos con nuestros hijos, enfermedades y muchas otras cosas… también, a veces cosas no muy agradables, pero aprendiendo de cada una de ellas, siendo, además, agradecidos por los triunfos, éxitos y metas alcanzadas.

Realmente no puede haber queja en nuestro corazón, sólo contentamiento, aprendizaje y crecimiento, como individuos y, claro, como matrimonio, pero ¿estaremos listos al 100 por ciento para el año que viene?

Realmente no lo creo, pero sabemos que es mejor descubrirlo entre dos que uno solo, y el diseño del matrimonio es una de las cosas más hermosas creadas por nuestro Dios. Preparados o no, te ánimo mujer visionaria a que veas con mucha fe y estés convencida qué si hemos llegado hasta aquí es porque Dios así lo permitió.

No tenemos el matrimonio perfecto, ideal o ejemplar, pero qué más da, seguimos de pie, luchando, creyendo y con la mirada fija en el creador del universo. Todo es posible si lo creemos, y hoy creo que lo mejor está por venir

Te animo a que empieces a orar con más fervor por tu matrimonio, por tu familia y por cada sueño que quieras alcanzar. ¡Vamos, sí se puede!

Si el 2024 fue bueno, el 2025 tiene que ser mejor.


The perfect marriage?

In the reflection of the End of the Year we realize that we are still standing, fighting, believing and with our gaze fixed on the creator of the universe.

The year is ending and here we are, fighting, dreaming, envisioning and of course fighting together for our family and marriage; we cannot deny that until now God has sustained, blessed and kept us.

In 2024, trips, investments, service to God, challenges with our children, illnesses and many other things have come through our lives… sometimes not very pleasant things, but learning from each one of them, being, in addition, grateful for the triumphs, successes and goals achieved.

There really can be no complaints in our hearts, only contentment, learning and growth, as individuals and, of course, as a marriage, but will we be 100 percent ready for next year?

I really don’t think so, but we know that it is better to discover it together than one person alone, and the design of marriage is one of the most beautiful things created by our God. Ready or not, I encourage you, visionary woman, to see with great faith and be convinced that if we have come this far it is because God has allowed it.

We don’t have the perfect, ideal or exemplary marriage, but what does it matter, we continue standing, fighting, believing and looking at the creator of the universe. Everything is possible if we believe it, and today I believe that the best is yet to come

I encourage you to start praying more fervently for your marriage, for your family and for every dream you want to achieve. Come on, yes you can!

If 2024 was good, 2025 must be better.

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Matrimonio

Trabajo y matrimonio

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Con la guía de Dios y algunos sencillos hábitos es posible convivir en pareja

Parece que entre más avanzan los años estamos más llenos de compromisos y responsabilidades. Encontrar un equilibrio entre el trabajo y el matrimonio puede sentirse como caminar por una cuerda floja, pero ¿cómo lograr un equilibrio que nos permita tener éxito en ambas áreas sin perder la paz?

La buena noticia es que, con la guía de Dios y algunos sencillos hábitos, es totalmente posible vivir de manera balanceada.

Lo que tenemos que hacer, en primer lugar, es nunca olvidar que el matrimonio es un regalo de Dios y al igual que cualquier otro obsequio necesita de cuidado y atención. ¡Así que la clave está en tener muy claras las prioridades!

No se trata de elegir entre el trabajo o el matrimonio, sino de encontrar maneras de honrar ambas áreas en sus justas dimensiones, cada cosa en su lugar y a su tiempo. Todo empieza bien cuando pones a Dios en el centro de tu vida. Cuando lo hagas, el Señor te ayudará a ver de manera clara lo que realmente importa y su Espíritu Santo te guiará a tener las respuestas oportunas cada día.

Segundo, comunícate con tu pareja. El matrimonio es de dos, es decir, estamos juntos, así que comparte tus desafíos laborales y escucha los suyos, esto te ayudará a crear un ambiente de apoyo y comprensión mutuos.

El matrimonio no es sólo un tema emocional, sino también consiste en consolidar un equipo que se ayuda a alcanzar sus metas mutuamente.

Por último, establece límites saludables. No es fácil, pero aprender a desconectarte del trabajo para dedicar tiempo de calidad a tu esposo es esencial. Ten la intención clara y consciente de crear momentos importantes como pareja, cenar juntos o tener una conversación honesta antes de dormir hacen una gran diferencia. Dios nos llama a ser fieles en todo lo que hacemos, pero también nos ofrece descanso. Confía en que, con su dirección, encontrarás ese equilibrio perfecto que te permitirá disfrutar de lo mejor de ambos mundos, no olvides ser humilde para que permitas que Dios vaya moldeando tu vida laboral y tu matrimonio.

Recuerda, el equilibrio no es hacer todo perfectamente, sino confiar en que Dios nos ayuda a manejar cada aspecto de nuestra vida con gracia y amor.


Work and marriage

With God’s guidance and some simple habits, it is possible to live together as a couple

It seems like the older we get, the more we are burdened with commitments and responsibilities. Finding a balance between work and marriage can feel like walking a tightrope, but how do you strike a balance that allows you to succeed in both areas without losing your peace?

The good news is that with God’s guidance and a few simple habits, it’s totally possible to live a balanced life.

What we need to do, first, is to never forget that marriage is a gift from God and just like any other gift, it needs care and attention. So, the key is to have very clear priorities!

It’s not about choosing between work or marriage, but about finding ways to honor both areas in their proper dimensions, each thing in its place and in its time. Everything starts well when you put God at the center of your life. When you do, the Lord will help you see clearly what really matters and his Holy Spirit will guide you to have the right answers every day.

Second, communicate with your partner. Marriage is for two, that is, we are together, so share your work challenges and listen to theirs, this will help you create an environment of mutual support and understanding.

Marriage is not just an emotional issue, but also about building a team that helps each other achieve their goals.

Finally, set healthy boundaries. It’s not easy but learning to disconnect from work to dedicate quality time to your husband is essential. Have a clear and conscious intention to create important moments as a couple, having dinner together or having an honest conversation before bed makes a big difference. God calls us to be faithful in everything we do, but He also offers us rest. Trust that, with His guidance, you will find that perfect balance that will allow you to enjoy the best of both worlds. Don’t forget to be humble so that you can allow God to shape your work life and your marriage.

Remember, balance isn’t about doing everything perfectly, but about trusting God to help us handle every aspect of our lives with grace and love.

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Matrimonio

No todo lo importante es urgente

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Conoce por qué la atención, el cuidado y el respeto mutuo son impostergables en el matrimonio

La difícil tarea de identificar lo importante de lo urgente, es una prioridad en el matrimonio. Es importante atender las necesidades de los hijos, considerando que cada uno de ellos demanda algo diferente, lo cual se puede llevar a cabo sin que demande

todo el tiempo. Esto sólo sera posible, si se forjan disciplinas de orden y responsabilidades y el trabajo se hace en equipo.

Lo urgente es apremiante, inaplazable, impostergable, imperioso y preciso. Literalmente así se ejecuta una acción de prioridad en el matrimonio. La pareja no debe postergar la atención, el cuidado, el respeto mutuo y los detalles que agregan valor a la autoestima de ambas partes del matrimonio.

Ser sensibles a las necesidades emocionales es apremiante en el matrimonio. Cobra vida, fuerza y entusiasmo cuando las necesidades emocionales y físicas son suplidas en el

matrimonio. No se pueden postergar las citas en el cafecito donde le damos vida y sentido a nuestro diario vivir. Quien sabe reconocer lo importante de lo urgente, vive con una sensación de armonía interna que se refleja en todas las acciones del diario vivir, que ni el mas cruel ventarrón puede derrumbar.

Todos deseamos ser admirados, valorados y respetados y cuando en el matrimonio se tiene como prioridad fomentar estas acciones a nuestro respectivo cónyuge día con día sin importar las situaciones que estemos pasando, se levanta un muro de contención que lo protege de las inclemencias del tiempo y de la edad.

La prioridad de un hombre es ser admirado y respetado. La prioridad de una mujer ser valorada y sentirse amada. Las fuerzas del mal no prevalecerán en un matrimonio que sabe separar lo importante de lo urgente. El matrimonio se adorna con joyas de amor, respeto y atención mutua.


Not everything necessary is urgent

Learn why attention, care, and mutual respect cannot be postponed in marriage.

The difficult task of identifying what is essential from what is urgent is a priority in marriage. It is important to attend to the needs of the children, considering that each one of them demands something different, which can be carried out without demanding

all the time. This will only be possible if disciplines of order and responsibilities are forged and the work is done as a team.

The urgent is unpostponable, imperative, and precise. This is literally how a priority action is executed in marriage. The couple should not put off attention, care, mutual respect, and details that add value to the self-esteem of both parties in the marriage.

Being sensitive to emotional needs is compelling in marriage. It comes alive with strength and excitement when emotional and physical needs are met.

It is impossible to postpone the appointments in the coffee shop, where we give life and meaning to our daily lives. Whoever knows how to recognize the importance of urgent lives with a sense of inner harmony that is reflected in all the actions of daily life and that not even the cruelest gale can demolish.

We all want to be admired, valued, and respected, and in marriage, we make it a priority to promote these actions to our respective spouses day by day, regardless of the situations we are going through. We build a retaining wall that protects them from the cruelties of time and age.

A man’s priority is to be admired and respected. A woman’s priority is to be valued and to feel loved. The forces of evil will not prevail in a marriage that knows how to separate the important from the urgent. Marriage is adorned with jewels of love, respect, and mutual attention.

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