El Legado es un término derivado del vocablo latino “legatum”, y en el lenguaje cotidiano, la idea hace referencia a los elementos materiales o simbólicos que una persona deja a sus sucesores. Se trata de aquello que un individuo transmite a otros sujetos, por lo general a sus descendientes, discípulos, aprendices, etcétera.
¿Cómo hacer para que nuestros hijos estén mejor que nosotros?
Cada generación es responsable de pasar a sus hijos el evangelio y las verdades de las escrituras. Los padres y los maestros pasamos de 18 a 22 años preparando a los jóvenes para desempeñar un oficio, trabajo o carrera, pero a veces invertimos muy poco tiempo enseñándoles cómo Dios quiere que administren los recursos que recibieron de parte del creador y los que recibirán como resultado de su trabajo, oficio o carrera.
El Señor nos ha dado al menos cuatro cosas para administrar: Tiempo, Talento, Tesoro y Carácter. Los padres y madres de familia debemos ayudar a nuestros hijos a ser buenos mayordomos de estas cuatro áreas de la vida; si lo hacemos les habremos dejado realmente un legado que perdure no importando las circunstancias o si ya no estamos con ellos.
¿Cómo enseñar a nuestros hijos a ser buenos administradores de los recursos que Dios les dio? Recuerda tres puntos principales:
• Comunícate verbalmente con tus hijos.
• Sé ejemplo de fidelidad.
• Crea oportunidades prácticas para que ellos puedan administrar el tiempo y el dinero, así como desarrollar su talentos y carácter personal.
Si deseas que tus hijos(as) aprendan a administrar el tiempo y el dinero, tienes que ver la forma de que ellos organicen espacios de su tiempo y tengan dinero para gastar, ya sea que se lo ganen haciendo algún trabajo o recibiendo cierta suma asignada por los padres.
Para poder desarrollar los talentos y el carácter personal, debes enseñarles a tus hijos el valor del trabajo, la buena actitud y los buenos hábitos. Cuando el niño responda y aprenda a trabajar con la actitud apropiada, no sólo habrá dado un gran paso hacia el desarrollo de su carácter, sino que será una persona valiosa en el mercado laboral.
En el hogar hay algunas áreas donde los hijos comenzarán a poner en práctica los buenos hábitos; por ejemplo, están las responsabilidades rutinarias como arreglar su cama, sacar la basura, entre otras. Anima a tus hijos a trabajar para otras personas, le ayudará a entrar en una relación empleado-empleador.
Es bueno que los padres dediquen tiempo para dialogar con los hijos, de esa forma tendrán la oportunidad para entrenarlos en los diferentes aspectos de la administración integral.
Debemos reconocer que la labor es doble para aquellos padres que no tienen a su esposo o esposa en casa, pero sigan adelante, porque cuando Dios quiere un líder grande y poderoso, empieza a preparar al niño y también a los padres.
Oremos para que nuestra generación deje a nuestros hijos el precioso legado de la fidelidad a Dios y la buena mayordomía.
“Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Se las repetirás a tus hijos, y les hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes”
Deuteronomio 6:6-7
A legacy that will last
Legacy is a term derived from the Latin word “legatum”, and in everyday language, the idea refers to the material or symbolic elements that a person leaves behind its successors. It is what an individual transmits to other subjects, usually to their descendants, disciples, apprentices, and so on.
How can we make our children better than us?
Each generation is responsible for passing the gospel and the truths of the scriptures to their children. Parents and teachers spend 18-22 years preparing young people for a trade, job, or career, but sometimes we spend very little time teaching them how God wants them to manage the resources they receive from the creator and those they receive as result of their work, trade or career.
The Lord has given us at least four things to manage: Time, Talent, Treasure, and Character. Parents must help or children to be good stewards of these four areas of life; If we do, we will have truly left them a legacy that will last no matter the circumstances or if we are no longer with them.
How can we teach our children to be good stewards of the resources that God gave them? Remember three main points:
• Communicate verbally with your children.
• Be an example of fidelity.
• Create practical opportunities for them to manage time and money, as well as develop their talents and personal character.
If you want your children to learn to manage time and money, you have to see how they organize their time and spend the money, whether they earn it doing some work or receiving a certain amount assigned by parents.
In order to develop talents and personal character, you must teach your children the value of work, a good attitude and good habits. When the child responds and learns to work with the proper attitude, not only will he have taken a big step toward developing his character, but he will be a valuable person in the job market.
In home there are some areas where children will begin to practice good habits; for example, there are routine responsibilities such as fixing their bed, taking out the trash, among others. Encourage your children to work for other people, it will help them enter into an employee-employer relationship.
It’s good that parents take time to dialogue with their children, that way they will have the opportunity to train them in the different aspects of comprehensive administration.
We must recognize that the work is double for those parents who do not have their husband or wife at home, but keep going, because when God wants a great and powerful leader, he begins to prepare the child and also the parents.
Pray that our generation leaves to our children the precious legacy of fidelity to God and good stewardship.
“These commandments that I give you today are to be on your hearts. 7 Impress them on your children. Talk about them when you sit at home and when you walk along the road, when you lie down and when you get up”
Deuteronomy 6: 6-7