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Familia

Un hogar en armonía, aún en medio del caos

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Los últimos meses definitivamente no han sido lo que esperabamos. La rutina diaria durante el 2020 ha cambiado drásticamente para muchos de nosotros pues ahora se trabaja desde casa, los niños dejaron de asistir a la escuela y muchos lugares cerraron sus puertas.

Ante esta situación algunos han sabido aprovechar muy bien su tiempo de “cuarentena”, pero para otros ha sido difícil por distintos factores que en mayor o menor medida han elevado los niveles de estrés, sufriendo hasta la convivencia familiar.

Es muy probable que el resto de este año las cosas no sean como lo eran antes y en esta “nueva normalidad” debemos seguir ajustándonos a cambios, por ello quiero compartirte algunos consejos prácticos para lograr armonía en tu hogar, sea cual sea la circunstancia en la que te encuentres.

1. Cambia tu perspectiva: En tu casa eres irremplazable, eso no te limita a cumplir otros roles, pero en tu papel de esposa y madre en tu hogar eres la única persona que Dios escogió para esa tarea. (Proverbios 14:1)

2. Aprende a conocer realmente a tu familia: Entre más tiempo pasamos con alguien más vamos conociendo cómo es esa persona. Aunque normalmente nos enfocamos en los hábitos, actitudes y comportamientos negativos, haz un esfuerzo por ver todo lo positivo en tu esposo e hijos y aprende a elogiarlos por las cosas positivas, verás cómo buscarán mostrar más esos comportamientos.

3. Crea tu propia fórmula: Para cada familia lograr la armonía puede significar algo diferente, así que hay cuatro puntos esenciales que debes considerar según tu familia.

• Identifica lo que te estresa o te irrita. Puede ser el desorden en la casa, las peleas constantes entre los niños, la carga adicional de trabajo, interrupciones, exceso de noticias, la economía.

• Evalúa y ajusta tus expectativas. Por ejemplo, si tu expectativa es que la casa se mantenga limpia, pero tienes hijos pequeños, es difícil que se cumpla cuando ellos todavía no tienen la capacidad de hacer grandes tareas. En este caso es necesario que ajustes tu expectativa y entiendas que la etapa en la que te encuentras pasará más rápido de lo que imaginas y la prioridad debe ser enfocarte en el cuidado de los pequeños. Ahora que si tus hijos son mayores, puedes involucrarlos en las tareas de casa y será más sencillo que la casa se mantenga limpia y ordenada. Ten en cuenta que las cosas no suceden de la noche a la mañana ni por arte de magia.

• Organiza y establece rutinas. Esto nos ayuda a optimizar tiempo, pues establecer nuevos y mejores hábitos requiere de paciencia. Hazle ver a tu familia que son un equipo, apela a su corazón y recuérdales que lo que hacemos es para el Señor (Colosenses 3:23).

• Limita las pantallas. Este es uno de los puntos más difíciles, pero es necesario para todos. El uso excesivo de cualquier aparato electrónico tiene efectos en nuestro estado de ánimo, mucho del estrés que hemos experimentado como adultos ha sido por la constante exposición a noticias sobre la pandemia en redes sociales. Ciertamente es tentador dejar a los niños pasar tiempo entretenidos en una pantalla, pero entre más pequeños son, mayor es el efecto negativo en ellos. Dejarlos que se “aburran” despertará su creatividad. Mantente firme, no cedas y lo podrás comprobar.

4. No sacrifiques tu tiempo con Dios y confía en él: Este es el último consejo pero el más importante. Los puntos anteriores son acciones prácticas que en el día a día pueden ayudarnos a ir sobrellevando esta crisis, pero es esencial pasar tiempo con Dios cada día, recuerda que separados de él nada podemos hacer. Pídele sabiduría para guiar a tu familia en medio de estos tiempos difíciles, Él puede traer a tu familia la armonía que necesitan aún en medio de un mundo en caos (Gálatas 5:22-23).

Confía en que él suplirá todo aquello de lo que tengamos necesidad y descansa en él. Puedes estar segura de que te ha dado los elementos para cumplir con la obra que te ha encomendado y te dará la fortaleza para hacerlo (Isaías 40:29-31).

A harmonious home, still in the middle of the chaos

The last few months have definitely not been what we expected. The daily routine during 2020 has changed drastically for many of us because now we work from home, the children stopped attending school and many places closed their doors.

Faced with this situation, some have known how to make the most of their “quarantine” time, but for others it has been difficult due to different factors that, to a greater or lesser extent, have increased stress levels, afecting even family coexistence.

It is very likely that the rest of this year things will not be as they were before, and in this “new normal” we must continue adjusting to changes, so I want to share some practical tips to achieve harmony in your home, whatever the circumstance in the one you find.

1. Change your perspective: In your house you are irreplaceable, that does not limit you to fulfill other roles, but in your role as wife and mother in your home you are the only person that God chose for that task. (Proverbs 14: 1)

2. Learn to really know your family: The more time we spend with someone else, we get to know what that person is like. Although we normally focus on negative habits, attitudes and behaviors, make an effort to see all positive things in your husband and children and learn to praise them for the positive things, you will see how they will seek to show more those behaviors.

3. Create your own formula: For each family, achieving harmony can mean something different, so there are four essential points that you should consider according to your family:

• Identify what stresses or irritates you. It can be the mess in the house, the constant fights between the children, the additional workload, interruptions, excess of information, the economy.

• Evaluate and adjust your expectations. For example, if your expectation is that the house is kept clean, but you have young children, it’s difficult to get when they don’t have the ability to do large tasks yet. In this case, you need to adjust your expectation and understand that the stage you are in will pass faster than you imagine and the priority should be to focus on caring for the little ones. Now that if your children are older, you can involve them in household chores and it will be easier for the house to be kept clean and tidy. Keep that in mind, things don’t happen overnight or magically.

• Organize and establish routines. This helps us optimize time, since establishing new and better habits requires patience. Let your family see that they are a team, appeal to their hearts and remind them that what we do is for the Lord (Colossians 3:23).

• Limit screens. This is one of the most difficult points, but it’s necessary for everyone. The excessive use of any electronic device has effects on our mood, much of the stress we have experienced as adults has been due to constant exposure to news about the pandemic on social networks. It’s certainly tempting to let kids spend entertaining time on a screen, but the smaller they are, the greater the negative effect on them. Letting them get “bored” will spark their creativity. Stay firm, don’t give in, and you will see.

4. Don’t sacrifice your time with God and trust him: This is the last but the most important advice.

The previous points are practical actions that on a daily basis can help us to cope with this crisis, but it is essential to spend time with God every day, remember that apart from him we can do nothing. Ask him for wisdom to guide your family through these difficult times, He can bring to your family the harmony they need even in the midst of a world in chaos (Galatians 5: 22-23).

Trust that he will supply everything we need and rests on him. You can be sure that he has given you the elements to carry out the work that he has entrusted to you and will give you the strength to do it (Isaiah 40: 29-31).

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Familia

Gratitud en acción

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‘Gracias’, no podemos imaginar lo que se logra con una palabra tan corta, pero a la vez tan poderosa

Desde la niñez hemos sido enseñados a agradecer; mamá nos indica en que momento y a quienes debemos decir “gracias”, lo que permite que en el menor se vaya desarrollando el valor de la  gratitud y al llegar a la edad adulta le sea tan sencillo expresarlo a aquellos de quienes recibe favores.

Si contamos las veces que durante el día mencionamos esta palabra, nos daríamos cuenta si es  recurrente o no en nuestro vocabulario diario. No nos podemos imaginar lo que se logra con una palabra tan corta, pero a la vez tan poderosa. El ser agradecida, nos ayuda a que valoremos lo que está en nuestra vida y lo que pasa en ella.

Uno de los valores importantes para Dios es la “gratitud”, y en la Biblia se encuentra una historia mencionada por Jesús; en Lucas capítulo 10 versículos del 11 al 19, nos cuentan sobre 10 hombres que tenían lepra, los cuales fueron ante Jesús buscando sanidad para sus cuerpos, al verlo pidieron misericordia ya que ésta era una terrible enfermedad; al final ellos fueron sanados, pero paso algo muy especial, de los 10 que fueron sanados sólo uno se regresó para darle las gracias. Entonces Jesús le pregunta ¿y donde están los otros 9? Esta historia nos enseña que sólo uno tuvo un corazón agradecido.

Creo que tanto usted como yo, amada lectora, hemos recibido tanto por parte Dios que quisiéramos ir más allá de decir gracias, quisiéramos que a esa palabra le salieran pies y se convirtiera en acciones; la gratitud nos lleva a querer hacer algo en beneficio de quienes nos rodean, por ejemplo si estoy agradecida por el pan que hay en mi hogar, debo extender mi mano para darlo a quien lo necesita; si tengo salud, en gratitud puedo ir a un hospital a visitar a algún enfermo o a su familia que necesita de un abrazo; si tengo ropa para vestir y cobija para abrigarme, entonces puedo llevar cobijas a los hogares que en mi ciudad las necesitan, y así puedo dar muchos ejemplos de que mi gratitud se convierta en acciones, en bien de otros, les conozca o no.

La tradición del día de Acción de Gracias, no sólo se trata de comer pavo y pasar un tiempo agradable con la familia y amigos, es darle las gracias a Dios de lo recibido de su mano durante el año, es darle las gracias en todo y por todo, inclusive, en lo que pasó que no es tan grato y puede ser hasta doloroso, es una ocasión muy especial para decir gracias y escuchar también a otros expresar su gratitud a Dios.

Si yo le preguntara por qué motivos debemos darle las gracias a Dios, creo que la lista sería muy larga, por lo tanto, le invito a que esa gratitud se materialice y pase a la acción, Dios le ayudará y guiará.

Antes de que termine cada día, pregúntese, ¿Qué he hecho por los demás en este día que empieza, o que está transcurriendo o que está por terminar?


Gratitude in action

‘Thank you,’ we cannot imagine what is achieved with such a short word, but at the same time so powerful

Since childhood, we have been taught to be grateful; mom tells us when and to whom we should say “thank you,” which allows children to develop the value of gratitude, and when they reach adulthood, it is so easy to express it to those from whom they receive favors.

If we count how many times during the day we mention this word, we will realize if it is recurrent or not in our daily vocabulary. We cannot imagine what can be achieved with such a short but powerful word. Being thankful helps us to value what is in our life and what happens in it.

One of the essential values of God is “gratitude,” and in the Bible, there is a story mentioned by Jesus; in Luke chapter 10, verses 11 to 19, we are told about ten men who had leprosy, who went to Jesus seeking healing for their bodies, when they saw him they asked for mercy because this was a terrible disease; in the end they were healed, but something extraordinary happened, of the  ten who were healed only one returned to thank him. Then Jesus asked him, “Where are the other 9? This story teaches us that only one has a grateful heart.

I believe that both you and I, beloved reader, have received so much from God that we would like to go beyond saying thank you; we would like that word to have feet and become actions; gratitude leads us to want to do something for the benefit of those around us, for example, if I am grateful for the bread in my home, I should extend my hand to give it to those who need it; if I  have health, in gratitude I can go to a hospital to visit a sick person or his family who needs a hug; if I have clothes to wear and a blanket to keep me warm, then I can take blankets to the homes in my city that need them. So, I can give many examples of how my gratitude is converted into  actions for the good of others, whether I know them or not.

The tradition of Thanksgiving Day is not only about eating turkey and spending a pleasant time with family and friends; it is about thanking God for what we have received from his hand during the year; it is about giving thanks in everything and for everything, including what happened that is not so pleasant and can even be painful, it is an extraordinary occasion to say thank you and also to listen to others express their gratitude to God.

If I were to ask you why we should thank God, I think the list would be very long. Therefore, I invite you to make that gratitude materialize and take action; God will help and guide you. Before the end of each day, ask yourself, what have I done for others in this day that is beginning, or that is passing, or that is about to end?

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Familia

Navidad, más que un momento, un milagro

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Con alegría y gozo celebremos junto a nuestros seres amados la gracia y misericordia de Dios hacia nosotros

Actualmente, cuando escuchamos la palabra Navidad, vienen a nuestra mente un sinnúmero de pensamientos, ideas y hasta aromas.

Sin embargo, el consumismo ha permeado nuestra cultura y al acercarse esta temporada fácilmente podemos vernos envueltas en diversas prácticas que nada tienen que ver con la celebración.

Intentamos encajar en nuestra sociedad y olvidamos la verdad de esta fecha, minimizándola a sólo un momento, el de compartir un regalo.

La historia

Navidad es una festividad que tomó su nombre hasta la Edad Media. Fue hasta la primera parte del siglo IV, que los cristianos de Roma comenzaron a celebrar el nacimiento de Cristo, una práctica que se extendió rápidamente en el mundo para con ella proclamar la encarnación de Dios.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él, no se pierda, más tenga vida eterna”. -Juan 3:16.

Este es uno de los pasajes bíblicos más conocido alrededor del mundo que puede ilustrar perfectamente el propósito del milagro sucedido en Belén de Judea cuando la segunda persona de la Trinidad, Jesucristo, se encarnó sobrenaturalmente en el seno de una virgen, piadosa y joven mujer, María.

Su concepción fue un suceso único como lo explica Isaías 7:14, un hecho que era necesario que ocurriera para que el plan de reconciliación entre Dios y los seres humanos pudiera llevarse a cabo.

La grandeza de ese nacimiento milagroso no culminó en ese momento, sino que 33 años después, ese pequeño bebé nacido en un establo derramaría su sangre preciosa en la Cruz del Calvario para de esa manera ofrecerse en sacrificio por nuestros pecados y darnos acceso al reino celestial y a la vida eterna.

De manera que cuando nos disponemos a celebrar la Navidad sin duda estamos celebrando que Jesucristo, el hijo de Dios, vino a esta tierra y es quien lo une con el hombre y proporciona salvación como resultado de esa unión. Sin duda es un verdadero milagro.


Christmas, more than a moment, a miracle

With joy and happiness, let us celebrate with our loved ones the grace and mercy of God towards us.

Nowadays, when we hear the word Christmas, countless thoughts, ideas and even aromas come to mind.

However, consumerism has permeated our culture and as this season approaches, we can easily find ourselves involved in various practices that have nothing to do with the celebration.

We try to fit into our society and forget the truth of this date, minimizing it to just a moment, that of sharing a gift.

History

Christmas is a holiday that took its name from the Middle Ages. It was not until the first part of the 4th century that Christians in Rome began to celebrate the birth of Christ, a practice that spread rapidly throughout the world to proclaim the incarnation of God.

“For God so loved the world that he gave his only begotten Son, that whoever believes in him should not perish but have eternal life.” -John 3:16.

This is one of the most well-known biblical passages around the world that can perfectly illustrate the purpose of the miracle that happened in Bethlehem of Judea when the second person of the Trinity, Jesus Christ, was supernaturally incarnated in the womb of a virgin, pious and young woman, Mary.

His conception was a unique event as explained in Isaiah 7:14, an event that needed to happen so that the plan of reconciliation between God and human beings could be carried out.

The greatness of that miraculous birth did not end at that moment, but 33 years later, that little baby born in a stable would shed his precious blood on the Cross of Calvary to offer himself as a sacrifice for our sins and give us access to the heavenly kingdom and eternal life.

So, when we prepare to celebrate Christmas, we are undoubtedly celebrating that Jesus Christ, the son of God, came to this earth and is the one who unites God with man and provides salvation as a result of that union. It is certainly a true miracle.

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Familia

La gratitud transforma a nuestra familia

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Al reconocer nuestras bendiciones, experimentamos contentamiento y satisfacción, y qué mejor que hacerlo en comunión

El 2024 se acerca rápidamente a su fin, y en esta época en la que muchos celebran el Día de Acción de Gracias, es un buen momento para detenernos y reflexionar sobre aquello por lo que estamos agradecidos. Más allá de ser una simple tradición, la gratitud tiene beneficios profundos que impactan tanto en nuestra vida personal como en nuestro hogar.

La gratitud nos ayuda a crear un ambiente de paz en el hogar. Filipenses 4:6-7 nos anima: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Cuando agradecemos en familia, invitamos la paz de Dios a reinar en nuestro hogar y proporcionamos a nuestros hijos una base sólida para enfrentar las dificultades con fe y confianza en él.

Además, la gratitud transforma nuestra perspectiva, nos enseña a enfocarnos en lo que tenemos, en lugar de preocuparnos por lo que nos falta.

En un mundo en el que parece que todos tienen una vida mejor que la nuestra, es importante darnos cuenta de que la realidad no siempre es así, todos enfrentamos tiempos buenos y malos. Estar agradecidos en todo momento tal vez no cambie nuestras circunstancias, pero sí cambia nuestra actitud y la manera en que enfrentamos cada situación.

Cuando agradecemos a Dios, incluso en tiempos difíciles, estamos reconociendo su fidelidad y provisión constante, como nos recuerda 1 Tesalonicenses 5:18: “Dad gracias en todo…”. Este versículo nos enseña que debemos ser agradecidos no sólo cuando las cosas van bien, sino también en medio de las pruebas y desafíos de la vida.

A través de la gratitud, aprendemos a valorar lo que hemos recibido y a confiar en que Dios tiene un propósito en cada circunstancia, esto nos llena de paz y nos permite enfrentar la vida con esperanza, en lugar de con desánimo por lo que nos falta.

Al reconocer nuestras bendiciones, experimentamos contentamiento y satisfacción, evitando así caer en la trampa del descontento y la envidia. La gratitud nos llena de alegría por lo que ya tenemos, permitiéndonos vivir con mayor gozo y plenitud.

Agradezcamos, especialmente al compartir en familia, el simple hecho de estar juntos. A veces no valoramos lo suficiente el levantarnos cada día, respirar, tener vida y salud. Si además tienes a tus seres queridos para compartir esos momentos, no pierdas la oportunidad de expresar tu gratitud por cada uno de ellos, transmitiendo unos a otros el poder transformador de un corazón agradecido.


Gratitude transforms our family

By recognizing our blessings, we experience contentment and satisfaction, and what better way to do so than in communion.

2024 is quickly ending, and as many celebrate Thanksgiving, it’s a good time to stop and reflect on what we’re thankful for. Beyond being a simple tradition, gratitude has profound benefits that impact both our personal lives and our homes.

Gratitude helps us create an environment of peace at home. Philippians 4:6-7 encourages us: “Do not be anxious about anything, but in everything, by prayer and supplication, with thanksgiving, present your requests to God. And the peace of God, which surpasses all understanding, will guard your hearts and your minds in Christ Jesus.” When we give thanks as a family, we invite God’s peace to reign in our homes and provide our children with a solid foundation to face difficulties with faith and trust in Him.

Gratitude also transforms our perspective, teaching us to focus on what we have, instead of worrying about what we lack.

In a world where it seems like everyone has a better life than us, it is important to realize that reality is not always like that, we all face good and bad times. Being grateful always may not change our circumstances, but it does change our attitude and the way we face each situation.

When we thank God, even in difficult times, we are acknowledging His faithfulness and constant provision, as 1 Thessalonians 5:18 reminds us: “Give thanks in all circumstances…” This verse teaches us that we should be grateful not only when things are going well, but also during life’s trials and challenges.

Through gratitude, we learn to value what we have received and to trust that God has a purpose in every circumstance. This fills us with peace and allows us to face life with hope, instead of discouragement for what we lack.

By recognizing our blessings, we experience contentment and satisfaction, thus avoiding falling into the trap of discontent and envy. Gratitude fills us with joy for what we already have, allowing us to live with greater joy and fulfillment.

Let us be grateful, especially when sharing with family, for the simple fact of being together. Sometimes we do not value enough getting up every day, breathing, having life and health. If you also have your loved ones to share those moments with, do not miss the opportunity to express your gratitude for each one of them, transmitting to each other the transforming power of a grateful heart.

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