Como en el fútbol, debemos aprender cuando es el momento de pasarle el balón al otro y hacer la mejor jugada
El matrimonio es la mejor oportunidad que tenemos para llegar lejos en cuanto a metas de refiere. Dice Eclesiastés 4:9, “Mejor son dos que uno, porque tienen mejor paga de su trabajo”, lo que no enseña que cuando se trabaja en equipo, los resultados son mucho mejor.
Sin embargo, no es algo que suceda de la noche a la mañana, todo matrimonio debe pasar por la etapa de acoplamiento, donde cada uno debe aprender a conocer las fortalezas y las debilidades del otro, lo que será fundamental a la hora de trabajar en equipo.
Si no eres aficionada del fútbol por lo menos sabes lo básico (cómo es mi caso), que cada equipo está conformado por defensa, delantero, mediocampista, etcétera, y que cada jugador cumple una función diferente y muy importante para ganar un partido.
Así mismo dentro de la relación cada uno es diferente, y eso hay que ponerlo a jugar a nuestro favor. Uno de los errores más comunes en las parejas es atacar al otro cuando hace, piensa o actúa distinto, ven las diferencias como un problema, cuando es realidad son una oportunidad para completarse el uno al otro.
Al igual que en un equipo de fútbol, cada jugador tiene su momento importante de participación. En la relación cuando estamos trabajando para alcanzar objetivos debemos aprender cuando es el momento de pasarle el balón al otro y poder hacer la mejor jugada, pues al final la victoria será de los dos.
Tener metas dentro del matrimonio le da propósito a la relación y hace que las decisiones que toman a diario tengan sentido y dirección. Una pareja que trabaja en equipo es imparable, porque sabe que no sólo llegarán juntos, sino que también van a disfrutar en camino.
Working as a team for future goals
As in soccer, we must learn when it’s time to pass the ball to each other and make the best play
Marriage is the best opportunity to go far in terms of goals. Ecclesiastes 4:9 says, “Two are better than one, for they have a better reward for their labor,” which teaches us that when we work as a team, the results are much better.
However, it is not something that happens overnight; every marriage must go through the coupling stage, where each must learn to know the strengths and weaknesses of the other, which will be fundamental when it comes to working as a team.
If you are not a soccer fan, at least you know the basics (as is my case): Each team is composed of defense, forward, midfielder, etc., and each player has a different and essential function to win a game.
Likewise, within the relationship, each is different, and we have to use that to our advantage. One of the most common mistakes in couples is to attack the other when they do, think, or act differently; they see the differences as a problem when, in reality, they are an opportunity to complete each other.
Like in a soccer team, each player has an essential moment of participation. In the relationship, when working towards goals, we must learn when it is time to pass the ball to the other and make the best play because, in the end, the victory will belong to both of us.
Having goals within the marriage gives purpose to the relationship and gives the decisions you make daily meaning and direction. A couple that works as a team is unstoppable because they know that they will get there together and enjoy themselves along the way.