Mantengamos un compromiso para siempre, con entendimiento, contentamiento y empatía
La mayoría de las parejas llegan al matrimonio porque sienten estar enamoradas y parece ser que los integrantes de dicha pareja ya no pueden estar separados el uno del otro. Esta primera, de varias etapas, es el noviazgo, y por lo tanto, sin anticiparse, deberán experimentar otras más.
Tras el noviazgo entonces sí pasamos al matrimonio, donde se pasa de la expectativa a la realidad. Cuando el enamoramiento se cancela como una simple emoción de inicio y se convierte en un compromiso de vida, es cuando podemos ver nuestra realidad conyugal con entendimiento, contentamiento y empatía.
Luego de lo anterior, es que podemos pasar a la etapa de vida conyugal, “la bendición de la sinergia”. En esta etapa es donde muchos quedan estancados, ya que los intereses personales, las opiniones diferentes, la culpa y el egoísmo hacen su catastrófica entrada en la vida de la pareja. Pero la sinergia, es decir, el considerarnos un equipo en todas las situaciones nos harán fuertes y maduros para estar satisfechos y sentirnos en verdad bendecidos y es entonces que una nueva etapa surge.
La celebración, de ver siempre que juntos podemos ser como lo dicen las escrituras, “Dos son mejor que uno” (Eclesiastés 4:9-12) y “El amor nunca acaba” (1 Corintios 13:8-10).
Podemos pasar por las etapas de ser padres por primera vez, criar hijos hasta la etapa de la juventud, el nido vacío, etcétera, pero es vital pasar con éxito cada una de ellas, para convertirnos de ser uno solo a ser para siempre.
Let’s be married for life
With understanding, contentment, and empathy, let’s keep a commitment forever
Most couples enter into marriage because they feel they are in love and the partners can no longer be separated. The first of several stages is engagement; therefore, they need to anticipate it to experience it with others.
After courtship, we then move on to marriage, where we move from expectation to reality. When infatuation is canceled as a simple starting emotion and becomes a life commitment, we can see our marital reality with understanding, contentment, and empathy.
After the above, we can move on to the stage of married life, “the blessing of synergy.” At this stage, many get stuck as personal interests, differing opinions, guilt, and selfishness make their catastrophic entrance into the couple’s life. But synergy, that is, considering ourselves as a team in all situations, will make us strong and mature to be satisfied and feel truly blessed, and it is then that a new stage emerges.
The celebration of always seeing that together we can be, as the scriptures say, “Two are better than one” (Ecclesiastes 4:9-12) and “Love never ends” (1 Corinthians 13:8-10).
We may go through the stages of first-time parenting, raising children to the stage of youth, the empty nest, and so on, but it is vital to successfully pass through each of them, to convert from being one to being forever.