11 de agosto día del nutricionista
Mucho se habla de las dietas, incluso hay quienes le temen a ellas, a la báscula y a las tallas de la ropa. Este miedo infundido se le ha acuñado a la mercadotecnia, que desde hace años nos ha presentado un estándar de “belleza” sumamente delgado, por lo que a raíz de eso las personas buscan remedios rápidos y de poco esfuerzo.
Por lo anterior la labor de los nutriólogos se ha visto estigmatizada con frases como “me va a matar de hambre”, “no quiere que coma nada”, “no soy conejo para comer sólo lechugas”, etcétera.
En este ambiente tan afectado por las creencias erróneas de algunos y los malos hábitos de otros, es que la licenciada en nutrición Brenda Márquez Vidal, se encarga de reprogramar los hábitos de sus pacientes, quienes llegan a ella con una idea fatalista y terminan el tratamiento con nuevo estilo de vida.
El inicio del cambio
Brenda Márquez comenzó sus asesorías nutricionales después de egresar de la New Mexico State University en 2006. Como recién egresada sus consultas eran las tradicionales, armar una dieta que el paciente pudiera seguir y por supuesto perder peso, “es el objetivo de todos, perder peso sin importar que se deba hacer”, comenta la experta en nutrición, para quien aplicar la nutrición funcional con su esposo cambió el panorama.
La nutrición funcional, Márquez la detalla como aquel cambio de dieta que le permite al paciente mejorar su salud y después le permite bajar de peso, “es muy difícil que no tengan miedo, llegan con la idea de que les quitaré todo, pero debo explicarles por qué es bueno cambiar su alimentación y los beneficios internos y de salud que esto tendrá”, asegura.
Buscando las bases
Al ver que este tipo de nutrición era mucho más efectiva que la “tradicional”, se preparó con una certificación avalada por la Universidad de Harvard en Evidence Based Nutrition in Popular Diets; después se certificó en Microviota y Salud Intestinal en el Instituto de Salud funcional Mente-Cuerpo, en México; Alchemi Advisor para Healthy Gut y actualmente se encuentra cursando la especialidad en Salud Funcional.
Esto ha permitido que sus pacientes tengan una mejor base y explicación del por qué es bueno para su cuerpo cambiar sus hábitos, afirma que “es reprogramarles la mente, es hacer que pierdan el miedo a la báscula, que se sientan bien con su complexión y más que nada con sus logros. Aún recuerdo cuando una de mis pacientes llamó para decirme muy feliz que su médico le suspendió la insulina, ella llevaba 15 años tomándola y no la podía dejar”.
Acompañamiento nutricional
Historias como estas son las que motivan a Márquez a buscar aun más preparación que sustente su método de atención nutricional, “además no debes de dejar a la gente sola, debes de ser su coach, preguntarles ‘cómo estás, qué tal te va, te sentó bien esta comida, te ha resultado difícil’; escucharlos te permitirá tener mejores resultados”.
Márquez ha implementado los retos, grupos donde personas con necesidades alimenticias similares se reúnen y siguen una misma dieta por un tiempo determinado. “Al estar en grupo ya no se sienten solos, es un aliciente para que continúen y no se desanimen, estos retos son cada mes”.
Sin duda alguna sus pacientes, los cuales están en diversas partes del mundo gracias al Internet, pueden dar testimonio de los logros y cambios que han tenido gracias a esta nueva manera de ver a los nutriólogos y las dietas. “Mi principal objetivo es ayudar a que las personas estén saludables, todo su proceso siempre lo pongo en las manos de Dios”, concluye la doctora.
Whatsapp: (915) 260.3041
Arranque del próximo reto 10 de agosto
Breaking habits for health, not for image
Much is said about diets, there are even those who fear them and are afraid about the scale and clothing sizes.
This fear has been instilled by the marketing, which for years has presented an extremely slim “beauty” standard, than makes people look for quick and easy remedies.
For this reason, the nutritionists job has been stigmatized with phrases such as “I’m going to starve”, “she doesn’t want that I eat anything”, “I’m not a rabbit to eat only lettuce”, and so on.
In this environment so affected by the erroneous beliefs of some and the bad habits of others, it’s that the graduate in nutrition Brenda Márquez Vidal, is in charge of reprogramming the habits of her patients, who come to her with a fatalistic ideas and finish the treatment with a new lifestyle.
The beginning of the change
Brenda Márquez began her nutritional practice after graduating from New Mexico State University in 2006. As a recent graduate, her consultations were traditional, to put together a diet that the patient could follow and, of course, to lose weight. “It’s everyone’s goal to lose weight. No matter what needs to be done”, says the nutrition expert, for whom applying functional nutrition with her husband changed the picture.
Functional nutrition it as that diet change that allows the patient to improve their health and then allows them to lose weight, “it is very difficult for them not to be afraid, they come with the idea that I will take everything away from them, but I must explain them why it’s good to change their diet, and the internal health benefits that this will have”, she assures.
Looking for the bases
Seeing that this type of nutrition was much more effective than “traditional” nutrition, she prepared himself with a certification endorsed by Harvard University in Evidence Based Nutrition in Popular Diets; Later, she was certified in Microviota and Intestinal Health at the Institute of Functional Mind-Body Health and Alchemi Advisor for Healthy Gut, in Mexico, and is currently studying the specialty in Functional Health.
This has allowed her patients to have a better base and explanation of why it’s good for their body to change their habits, she affirms that “it’s to reprogram their minds, it’s to make them lose their fear of the scale, to feel good about their body and more than anything, with their achievements. I still remember when one of my patients called to tell me very happily because her doctor discontinued her insulin, she had been taking it for 15 years and could not stop it”.
Nutritional support
Stories like these are the ones that motivate Márquez to look for even more preparation to support her nutritional care method, “in addition you should not leave people alone, you should be their coach, ask them ‘how are you, how are you doing, this food was good, it was difficult for you?’; listening to them will allow you to have better results”.
Márquez has implemented challenges in groups where people with similar nutritional needs meet and follow the same diet for a certain time. “Being in a group help them to no longer feel alone, it’s an incentive for them to continue and not be discouraged, these challenges are every month”.
Without a doubt, her patients, who are in different parts of the world thanks to the Internet, can testify the achievements and changes they have had thanks to this new way of seeing nutritionists and diets. “My main objective is to help people be healthy, I always put their entire process in the hands of God”, concludes the doctor.