Por fin llega el verano, ha quedado atrás un ciclo escolar en el que tanto las familias como las escuelas y los maestros tuvieron que adaptarse a una nueva modalidad. Hoy más que nunca las vacaciones necesitan ser un tiempo reconfortante para crear recuerdos positivos que duren para toda la vida, que nos den una sensación de bienestar en medio de los momentos difíciles que todos hemos vivido.
Ciertamente hemos pasado bastante tiempo en casa, pero no desperdicies esta oportunidad enfocándote en las cosas incorrectas. Lo importante es el tiempo que podemos compartir como familia, incluso sin poder ir lejos.
Puede ser un paseo por el parque, una tarde de juegos, una noche de películas o acampando en el jardín. Busca intencionalmente que los recuerdos que estás grabando en el corazón de tus hijos los puedan atesorar y no lamentar de por vida. Esos recuerdos serán también lo que nos quede cuando ellos crezcan y ya no estén en casa.
Tengamos un corazón agradecido con Dios por lo poco o mucho que podamos hacer en este período vacacional, por lo que nos ha enseñado estar en casa, por las oportunidades de desarrollar tolerancia y paciencia unos con otros.
Si tienes salud, provisión, una familia para disfrutar, agradece. Si estás pasando por dificultades, agradece.
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”
1 Tesalonicenses 5:18)
Recuerda que Dios tiene un propósito para nuestras vidas en cada circunstancia.
¡Felices vacaciones!
Memories for life
Summer is finally here, a school year in which families, schools and teachers had to adapt to a new normality is behind us. Today more than ever, vacations need to be a comforting time to create positive memories that last a lifetime, that give us a sense of well-being in the midst of the difficult times we have all experienced.
We’ve certainly spent enough time at home, but don’t waste this opportunity by focusing on the wrong things. What’s important is the time we can share as a family, even if we can’t go far.
It can be a walk in the park, an afternoon of games, a movie night, or camping in the backyard. Be intentional that the memories you are engraving in your children’s hearts are ones they can treasure and not regret for life. Those memories will also be what we are left with when they grow up and are no longer at home.
Let us have a heart of gratitude to God for the little or much we can do this vacation season, for what being at home has taught us, for the opportunities to develop tolerance and patience with one another.
If you have health, provision, a family to enjoy, be thankful. If you are going through difficulties, be thankful.
“In everything give thanks, for this is God’s will for you in Christ Jesus.”
1 Thessalonians 5:18
Remember that God has a purpose for our lives in every circumstance.
Happy vacation season!