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¡Recuerda y vive!

Activa las hormonas de la felicidad y equilibra tus emociones

Recordar no sólo es volver a vivir, es tener la posibilidad de equilibrar positivamente nuestras emociones.

La memoria de acontecimientos percibidos como agradables nos ayuda a sentirnos mejor, fortalece nuestra autoestima, ayuda a lidiar con el estrés y evita la depresión, así que cuando nos abrace la nostalgia, es bueno recordar buenos momentos, porque hacerlo mejora nuestro estado de ánimo.

A través de la resonancia magnética se puede captar la reacción del cerebro.

Está comprobado que la actividad cerebral se activa con los recuerdos agradables. Las hormonas de la felicidad, principalmente la oxitocina, la dopamina y la serotonina se activan y nos producen las mismas emociones, con la misma intensidad que los hechos originales.

Esas emociones son percibidas como algo gratificante que activan el sistema de recompensas en el cerebro. Se reproduce el mismo proceso dado en la experiencia real.

La dopamina

La dicha por “volver a vivir” momentos agradables a través del recuerdo nos produce dopamina, un neurotransmisor que nos proporciona sensación de euforia, pero que también contribuye a aumentar la motivación.

El recordar momentos felices debe tener una función adaptativa importante y por ello los evocamos de manera natural y frecuente. Los recuerdos agradables ayudan a automotivarnos sin depender de una recompensa externa.

La mirada al pasado, con un filtro positivo, nos hace felices y con este bagaje emocional podemos hacer frente a experiencias negativas con mayor éxito; es una especie de vacuna contra el desánimo y la desmotivación.

La resiliencia

De igual modo, traer a la mente el pasado feliz fomenta en nosotros la resiliencia, nuestra capacidad de afrontar la adversidad y sobreponernos al dolor. Disfrutar en la imaginación de sucesos positivos del pasado nos ayuda a enfrentarnos a los problemas.

Los estudios reafirman que las personas con mayor grado de resiliencia son las que muestran mayor activación del sistema de recompensas cuando rememoran los buenos momentos (produciendo dopamina) y aumentando su motivación para seguir adelante aún las dificultades.

Además, este optimismo influye en la autoestima, la cual mejora con los recuerdos bellos.

Otros neurotransmisores

En el proceso de la memoria, además de la dopamina se involucran otros neurotransmisores como la serotonina que nos mantiene de buen ánimo. La noradrenalina mejora la memoria, pone atención al riesgo, responde al peligro. Endorfinas que produce una sensación placentera, pues genera liberación inmediata de sustancias relacionadas al placer y esto promueve la felicidad de un recuerdo placentero.


Remember and live!

Activate the hormones of happiness and balance your emotions.

To remember is not only to live again; it is to have the possibility of positively balancing our emotions.

The memory of events perceived as pleasant helps us feel better, strengthens our self-esteem, helps us deal with stress, and prevents depression, so when nostalgia embraces us, it is good to remember good times because doing so improves our mood.

Through magnetic resonance imaging, it is possible to capture the brain’s reaction.

It has been proven that pleasant memories activate brain activity. The happiness hormones, mainly oxytocin, dopamine, and serotonin, are activated and produce the same emotions in us, with the same intensity as the original events.

These emotions are perceived as rewarding and activate the reward system in the brain. The exact process is reproduced in the experience.

Dopamine

The joy of “reliving” pleasant moments through memory produces dopamine, a neurotransmitter that gives us a feeling of euphoria but also contributes to increased motivation.

Remembering happy moments must have an essential adaptive function so we evoke them naturally and frequently. Pleasant memories help to self-motivate us without relying on external rewards.

Looking at the past with a positive filter makes us happy, and with this emotional baggage, we can cope with negative experiences more successfully; it is a vaccine against discouragement and demotivation.

Resilience

Similarly, bringing to mind the happy past fosters resilience, our ability to cope with adversity and overcome pain. Enjoying positive events from the past in our imagination helps us to cope with problems.

Studies confirm that people with a higher degree of resilience show greater activation of the reward system when they recall the good times (producing dopamine) and increase their motivation to move forward even in the face of difficulties.

In addition, this optimism influences self-esteem, which improves with beautiful memories.

Other neurotransmitters

In the memory process, in addition to dopamine, other neurotransmitters are involved, such as serotonin, which keeps us in good spirits. Norepinephrine improves memory, pays attention to risk, and responds to danger. Endorphins produce a pleasurable sensation because they generate immediate release of substances related to pleasure, and this promotes the happiness of a pleasant memory.

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