Si hacemos un recuento de lo que nos ha dejado la pandemia a casi un año del primer caso de Covid-19 en esta ciudad, y de comenzar con el largo confinamiento, –además de las pérdidas–, sin duda tendríamos que hablar del remolino emocional que esto ha significado.
Angustia, estrés, depresión y ansiedad son sólo algunos de esos trastornos que han inquietado nuestra cabeza, para lo cual no ha sido suficiente buscar la respuesta correcta en la palabra de Dios, sino también ha sido necesario consultar a un profesional de la salud mental.
¿Cómo detectar que algo anda mal?
La psicoterapeuta Betsabé Ruizesparza, nos orienta y dice que los signos o síntomas más comunes para detectar un trastorno son la taquicardia, el sudor repentino, la sensación de no poder respirar o el ahogo, esto en caso de una ansiedad generalizada.
En una depresión también aparece el llanto repentino sin razón aparente, anhedonia, ganas de quedarse en cama todo el día, no comer o comer en exceso y la poca tolerancia a la frustración.
Debemos identificar nuestras emociones
La experta nos comenta que, al estar encerrados, es de suma importancia identificar si lo que estás sintiendo es algo que va más allá de lo que has experimentado anteriormente, es decir, ser consciente de las emociones y los pensamientos que tenemos, y sobre todo no olvidar buscar ayuda profesional. “Es lo ideal, hoy en día hay sesiones en línea con psicoterapeutas y psiquiatras que pueden ayudarte”, dice la entrevistada.
También recomienda escribir diariamente cómo te sientes, pintar, orar o realizar cualquier actividad a través de la cual podamos dejar fluir aquello que nos aqueja.
“Incluso hacer ejercicios sencillos de respiración o actividades que requieran de tu atención plena, pueden ayudarte”, es decir, debemos encontrar eso que nos haga sentir en paz.
Pero saber afrontar una situación como la que la pandemia nos ha presentado dependerá de la personalidad de cada individuo, pues como bien dicen: cada cabeza es un mundo, así que ya sea con terapia o realizando actividades que ayuden a despejar la mente, no debemos olvidar hablar siempre con Dios, quien seguro nos extenderá su mano para poder seguir avanzando y no dejar que además del virus, la pandemia nos deje un desorden difícil de remediar.
Don’t let depression stop you
Looking back at what the pandemic has left us almost a year after the first case of Covid-19 in this city, and the beginning of the long confinement, -in addition to the losses-, we would undoubtedly have to talk about the emotional whirlwind that this has meant.
Anguish, stress, depression and anxiety are just some of those disorders that have troubled our heads, for which it has not been enough to look for the right answer in the God’s Word, but it has also been necessary to consult a mental health professional.
How to detect that something is wrong?
The psychotherapist Betsabé Ruizesparza, guides us and says that the most common signs or symptoms to detect a disorder are tachycardia, sudden sweating, the feeling of not being able to breathe or choking, this in case of generalized anxiety.
In depression, there is also sudden crying for no apparent reason, anhedonia, the desire to stay in bed all day, not eating or overeating and low tolerance to frustration.
We must identify our emotions
The expert comments that, when being locked up, it’s of utmost importance to identify if what you are feeling is something that goes beyond what you have previously experienced, that is, to be aware of the emotions and thoughts we have, and above all not to forget to seek professional help. “It is the ideal, today there are online sessions with psychotherapists and psychiatrists who can help you,” says the interviewee.
She also recommends writing daily how you feel, painting, praying or doing any activity through which we can let what ails us flow.
“Even doing simple breathing exercises or activities that require your mindfulness can help you,” that is, we must find what makes us feel at peace.
But knowing how to face a situation like the one the pandemic has presented us will depend on each individual personality, because as they say: each head is a world of its own, so whether it’s with therapy or doing activities that help to clear the mind, we must not forget to always talk to God, who will surely extend his hand to help us move forward and not let the pandemic leave us with a disorder that is difficult to remedy, in addition to the virus.