“El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta”
Proverbios 22:7
Por: Cambio de Cultura
La Biblia no prohíbe contraer deudas, pero no aconseja hacerlo. El tema de los préstamos siempre es presentado en contextos negativos y con varias advertencias sobre los posibles resultados. La primera parte de Romanos 13:8 nos dice: “No tengan deudas pendientes con nadie” (NVI).
En la Biblia la deuda es considerada esclavitud. Cuando estamos endeudados, estamos en una posición de esclavitud delante de quien nos prestó. Cuanto más nos sumergimos en las deudas, más esclavos somos de los prestamistas. No tenemos la libertad de decidir en qué gastar nuestro ingreso, porque nuestro dinero ya está legalmente comprometido con las deudas.
Una maldición
En el Antiguo Testamento, no tener deudas era una de las recompensas de la obediencia (Deuteronomio 28:1, 2,12). Sin embargo, las deudas eran una de las maldiciones causadas por la desobediencia (Deuteronomio 28: 15,43, 44).
Hay tres principios bíblicos fundamentales relacionados a los préstamos:
1. Pedir préstamos sólo debe ser ocasional
Al endeudarnos, lo hacemos suponiendo que en el futuro ganaremos dinero suficiente para pagar las deudas. Creemos en la continuidad de nuestro trabajo o en el crecimiento de las ganancias de nuestro negocio. Las personas y empresas que contraen deudas son más vulnerables a caer en una inestabilidad económica.
2. Evita firmar garantía por los préstamos
Al endosar un pagaré o documento, estás comprometiendo todos tus activos (posesiones) como garantía para avalar personalmente el pago. Muchas personas firman en estos términos sin darse cuenta de que, su patrimonio está en riesgo. Mientras el préstamo esté vigente, todo lo que posees está en peligro.
3. No te ates a una deuda a largo plazo
Parece casi imposible evitar las deudas a largo plazo cuando se dan financiamientos a 30 o 40 años. Aun así, tales plazos son ideas relativamente nuevas. Desarrolla un plan para pagar tus deudas en un plazo relativamente corto. Dios en el Antiguo Testamento estableció este principio cuando les dijo: “Cada siete años perdonarás toda clase de deudas” (Deuteronomio 15:1 NVI).
¿Cuándo podemos pedir prestado?
Las Escrituras no hablan sobre cuándo o cómo podemos hacer esto. En nuestra opinión, a veces se pueden pedir préstamos para financiar un negocio o la empresa. Pero, existen muchos factores que determinan el límite adecuado del endeudamiento. Aquí hay algunas consideraciones generales:
- La tolerancia personal a la deuda debe equilibrarse con la responsabilidad hacia los demás. Si eres responsable por una familia o por empleados, debes equilibrar esa tolerancia al riesgo con las responsabilidades de un mayordomo (administrador) fiel.
- ¿Qué está en riesgo?, ¿Cuál es la garantía de su deuda? Si no la puedes pagar, ¿qué perderás? ¿Será una nueva maquinaria o todo lo que posees?
- ¿Cuál es la opinión de su cónyuge? Desde la perspectiva bíblica si estás casado/a debes buscar el consejo de tu cónyuge. ¿Qué piensa tu cónyuge del nivel de endeudamiento? El estrés financiero es la mayor causa de divorcio; sea fiel en la comunicación.
“No seas de aquellos que se comprometen, ni de los que salen por fiadores de deudas, si no tuvieres para pagar, ¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?”
Proverbios 22:26,27
Fuente: Academia en línea
Biblical principles on debt
“The rich rule over the poor, and the borrower is a servant to the lender.”
Proverbs 22:7
By: Cambio de Cultura
The Bible does not forbid contracting debts but does not advise doing so. The subject of borrowing is always presented in negative contexts and with several warnings about the possible results. The first part of Romans 13:8 tells us: “Do not be in debt to anyone” (NIV).
In the Bible, debt is considered slavery. When we are in debt, we are in a position of slavery before the one who lent to us. The deeper we get into debt, the more enslaved we are to the lenders. We are not free to decide what to spend our income on because our money is already legally committed to debt.
A curse
In the Old Testament, being debt-free was one of the rewards of obedience (Deuteronomy 28:1, 2,12). However, debt was one of the curses caused by disobedience (Deuteronomy 28:15, 43, 44).
There are three fundamental biblical principles related to borrowing:
Borrowing should only be occasional.
When we go into debt, we do so on the assumption that we will earn enough money in the future to pay off our debts. We believe in the continuity of our work or the growth of our business profits. People and businesses that incur debt are more vulnerable to economic instability.
2. Avoid signing collateral for loans
By endorsing a promissory note or note, you are pledging all of your assets (possessions) as collateral to guarantee payment personally. Many people sign these terms without realizing that their assets are at risk. As long as the loan is in effect, everything you own is at stake.
3. Don’t get tied down to long-term debt
It seems almost impossible to avoid long-term debt when 30- or 40-year financings are given. Yet, such terms are relatively new ideas. Develop a plan to pay off your debts in a relatively short period. God in the Old Testament established this principle when He told them, “Every seven years you will forgive all kinds of debts” (Deuteronomy 15:1 NIV).
When can we borrow?
The Scriptures do not speak about when or how we can do this. We believe that sometimes you can borrow to finance a business or company. But, many factors determine the appropriate limit for borrowing. Here are some general considerations:
Personal tolerance for debt must be balanced with responsibility to others. If you are responsible for a family or employees, you must balance that tolerance for risk with the duties of a faithful steward.
What is at risk? What is the collateral for your debt? If you can’t pay it, what will you lose – will it be new machinery or everything you own?
What is your spouse’s opinion? From a biblical perspective, if you are married, you should seek the advice of your spouse. What does your spouse think of your level of indebtedness? Financial stress is the most significant cause of divorce; be faithful in communication.
“Be not of those who are pledged, nor those who go out for sureties for debts; if you have not enough to pay, why should they take your bed out from under you?”
Proverbs 22:26,27
Source: Online Academy
www.cambiodecultura.teachable.com