Por: Cultura Financiera
“El que es honrado en lo poco, también lo será en lo mucho; y el que no es íntegro en lo poco, tampoco lo será en lo mucho. Por eso, si ustedes no han sido honrados en el uso de las riquezas mundanas, ¿quién les confiará las verdaderas? Y si con lo ajeno no han sido honrados, ¿quién les dará a ustedes lo que les pertenece?”
“Ningún sirviente puede servir a dos patrones. Menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas”
Lucas 16:10-13
Muchos creyentes se cuestionan,“¿Cómo es eso de que debemos preocuparnos por nuestra educación financiera? ¿Por qué tenemos que saber y hablar de dinero? ¿La Biblia tiene algo que decir con respecto al dinero?”.
Si vives en Latinoamérica, una de las razones por las que tenemos que hablar de dinero es porque nuestros gobiernos cambian sus políticas y leyes financieras con tanta rapidez que uno tiene que ser casi un experto en finanzas para sobrevivir. Por tanto, nos gustaría compartir algunas razones por las que es necesario educarnos sobre cómo quiere Dios que manejemos el dinero que él coloca en nuestras manos.
La Biblia contiene 2 mil 350 versículos que hablan sobre el dinero y la forma en que debemos manejar nuestras posesiones. Si Dios habla tanto del dinero en su Palabra, creemos que Dios quiere decirnos algo y deberíamos prestar atención.
En la mayoría de las parábolas que enseñó Jesús, eligió el dinero como un medio para comunicar ideas, ¿por qué? porque ese es un tema que nos une y con el que todos nos identificamos.
Es interesante cómo Jesucristo usó el tema del dinero cuando la sociedad judía de esa época no era una sociedad de mercado, sino agraria, sin embargo, y a pesar de ser una sociedad agraria, el Señor usó ese tema porque el dinero y la forma en la que lo manejamos impacta muy dentro de la personalidad humana y se convierte en un común denominador.
Por qué debería importarnos educarnos en el tema financiero:
En Lucas 16:10 el Señor Jesucristo dice que “el que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto”.
A. El dinero es un importante indicador de nuestra vida espiritual
En sí mismo, el dinero no es malo, el dinero no es un problema, sino la forma en que lo administramos. Allí revelamos externamente cuál es nuestra falta de principios y valores, es decir, nuestra condición espiritual interna. Por ejemplo, si estamos dispuestos a pagar un soborno para conseguir que algo se haga, o para no pagar una multa o para que se adelante un trámite, eso simplemente muestra nuestros principios y valores de vida –no valoramos la ley de nuestro país, ni la Ley de Dios–, porque ambas prohíben el soborno.
Si no aprendemos a dar generosamente a las prioridades de Dios de los recursos que él ha puesto en nuestras manos, eso simplemente significa que él no ocupa el primer lugar en nuestra vida; es decir, no es Señor de nuestro matrimonio, hogar, familia y finanzas.
B. Administrar correctamente el dinero es una enseñanza bíblica
“Ningún siervo puede servir a dos señores, porque odiará al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Lucas 16:13).
El dinero compite por el lugar de prioridad que le corresponde a Dios en nuestras vidas. Es por eso por lo que muchas veces estamos dispuestos a comprometer nuestra fe y a perder nuestra integridad por unos pocos pesos. Muchas veces estamos dispuestos a mentir y a robar por ahorrarnos dinero.
Estamos viviendo en una sociedad de consumo, siempre estamos creando nuevas necesidades y nos es difícil centrarnos en “las cosas de arriba” y serle fiel a Jesucristo. Hemos aprendido a consumir a Dios, lo percibimos como un proveedor de servicios. Vemos a Dios como un supermercado, como una entidad de beneficencia y no como el rey de reyes y el Señor de señores, como el creador y sustentador del universo.
Jesús trata el tema del dinero porque es un campo de batalla para el cristiano. En Mateo 6:21 dice: Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
Nuestros tesoros son aquellas cosas en las que se encuentra el enfoque de nuestra vida, nuestras prioridades. Para saber dónde está su corazón debe preguntarse entonces ¿dónde estás poniendo tu energía, tu talento, tu creatividad, tus capacidades personales, tu fuerza, tu juventud, tu experiencia?
Why should we educate ourselves in finance?
“He who is honest in little will be honest in much, and he who is not upright in little will not be upright in much. Therefore, if you have not been honest in using worldly riches, who will trust you with the true riches? And if you have not been honest with what belongs to others, who will give you what belongs to you?”
“No servant can serve two masters. He will despise the one and love the other, or he will love the one and despise the other. You cannot serve both God and mammon at the same time.”
Luke 16:10-13
Many believers question, “How is it that we should be concerned about our financial education? Why do we have to know and talk about money? Does the Bible have anything to say regarding money?”
If you live in Latin America, we have to talk about money because our governments change their financial policies and laws so quickly that one has to be almost a financial expert to survive. Therefore, we would like to share why it is necessary to educate ourselves on how God wants us to handle the money He places in our hands.
The Bible contains 2,350 verses that talk about money and handling our possessions. If God talks so much about money in his Word, we believe God wants to tell us something, and we should pay attention.
In most of the parables that Jesus taught, he chose money as a means to communicate ideas; why? Because that is a theme that unites us and with which we all identify.
It’s interesting how Jesus Christ used money when the Jewish society was not a market society but a rural one. The Lord used that theme because funds and handling them significantly impact human personality and become a common denominator.
Why we should care about educating ourselves on the financial issue:
In Luke 16:10, the Lord Jesus Christ says that “he who is faithful in a very little is faithful also in much, and he who is unjust in a very little is unjust also in much.”
A. Money is an essential indicator of our spiritual life.
In itself, money is not bad; money is not a problem, but the way we manage it. We externally reveal our lack of principles and values, that is, our internal spiritual condition. For example, suppose we are willing to pay a bribe to get something done, avoid paying a fine or move a procedure forward. That case simply shows our principles and values of life – we do not value the law of our country, nor the Law of God – because both prohibit bribery.
If we do not learn to give generously to God’s priorities from the resources he has placed in our hands, that simply means that he does not occupy first place in our life; that is, he is not Lord of our marriage, home, family and finances.
B. Managing money correctly is a biblical teaching.
“No servant can serve two masters, for he will hate the one and love the other, or esteem the one and despise the other. You cannot serve God and mammon” (Luke 16:13).
Money competes for the priority that corresponds to God in our lives. That is why we are often willing to compromise our faith and lose our integrity for a few pesos. We are often willing to lie and steal to save money.
We live in a consumer society, we are constantly creating new needs, and it is difficult for us to focus on “the things above” and be faithful to Jesus Christ. We have learned to consume God; we perceive Him as a service provider. We see God as a supermarket, as a charity and not as the King of kings and Lord of lords, the creator and sustainer of the universe.
Jesus deals with money because it is a battleground for the Christian. Matthew 6:21 says: For where your treasure is, there will your heart be also.
Our treasures are those things that are the focus of our life, our priorities. To know where your heart is, you must ask yourself where you are putting your energy, talent, creativity, personal abilities, strength, youth, and experience?