Tras la pérdida del patriarca de la familia Leal, Mayra y sus hermanos han decidido agradecer su legado con un disco inédito y muy especial
Mayra Lizeth, es la más joven de la dinastía Leal, salmista por excelencia con influencias de la música regional mexicana, originaria del norte de México y arraigada en Cadereyta, Jiménez, Nuevo León.
Junto con sus hermanos Geovanna, Verónica y Miguel, Mayra creció en el ministerio familiar fundado por sus padres Nena y Miguel, quienes fueron llamados a la música como matrimonio, aspecto que después compartirían con sus hijos, los cuales se formaron como oradores.
“Nosotros cantamos para Dios. El 90 por ciento del tiempo estábamos juntos, nunca existió el abandono, nuestros padres marcaron la diferencia en nuestras vidas, en nosotros todo va más allá, nos enseñaron a no compararnos”, comentó nuestra mujer Visionaria de la edición de junio.
Su padre, un formador
Dentro del ámbito cristiano se da gran relevancia a la educación que las madres tienen sobre sus hijos, pero en el caso de la familia Leal fue su padre un formador y dirigente del ministerio, tanto grupal como individual, más allá de ser un proveedor para su esposa y cada uno de sus hijos.
“Mami y Papi nos enseñaron; Mami es nuestra mentora, nos inculcó la fe y que Dios es primero, ella siempre nos dijo que exaltemos a Dios y proclamemos que en Dios hay salud, felicidad y todo”. Pero, “Papi nos enseñó a hablar bien, a ser prudentes, nos enseñó música, a cantar, a entender la música y los instrumentos; papi era un complemento perfecto”.
Un amargo 2020
En la formación de los Leal, los valores y el trabajo estuvieron muy marcados, no por las palabras, sino por la pasión de los padres; de tal manera que a los 8 años Geovanna grabó su primer disco, después Verónica, luego Miguel y al final Mayra. El trabajo y la fe los mantuvo unidos, sin embargo, todo cambio cuando el padre y cabeza de la dinastía falleció en 2020.
“Hay tiempos difíciles, en mi caso todo empezó cuando falleció Papi, era el motor de todo, el productor de los discos. Fallece Papá y empezó el silencio, nos preguntábamos si volveríamos a cantar”, comparte Mayra.
La vida sin su papá
La pérdida de la cabeza del hogar pegó duro a los Leal, pero Mayra señala que su ejemplo, valores y su fe los motivó a regresar a la música.
“Nos juntamos y hablamos de cómo va a ser nuestra vida sin Papá. Comentamos que Dios nos llamó y Papá nos enseñó a obedecerlo y cumplir su voluntad, entonces dijimos ‘esto no es lo que Papá nos enseñó a hacer ¿entonces por qué lo estamos contemplando?’, nos levantamos y dijimos: vamos a seguir porque Dios también es nuestro padre”.
Agrega que todos los días lo extrañan, pero siguen adelante por amor a Dios, “la pérdida no se supera, pero se fortalece en el Señor”, agrega.
Con la falta del también productor, la hija mayor, Geovanna, ha tomado la batuta principal de los trabajos que ahora hacen como familia, ya que señala es la que más aprendió de todo lo que él hacía.
“Todos tenemos y sabemos un poco, pero ella ha tomado el trabajo fuerte”.
Para honrar la vida del señor Leal los hermanos y su madre Nena trabajan en un material que esperan esté listo a finales de año, donde todos van a cantar canciones que escribió él, entre ellas una nueva canción que entonará su madre, una continuación de “El Alfarero”.
“Esta canción describe el proceso que muchas veces pasamos y que además vino a reconfortar nuestra vida, habla del perdón, es un canto muy muy hermoso”, asegura Mayra.
Profundo agradecimiento
Será un disco de agradecimiento a quien les dio todo lo que tienen y lo que tendrán, confiesa.
“Papá dejó como 15 canciones escritas en unas libretas, no sabíamos que existían, son canciones de hace 20 años. Todo lo vamos a grabar juntos, todas las canciones tienen el año, va a ser algo muy bonito”, comenta.
Explicó que la identidad que su madre y su padre formaron en ella es algo que perdurará por siempre y eso es lo que la mantiene firme y de pie.
“Mi papá siempre nos dijo que seamos constantes, aunque vengan fracasos y traiciones, cobren fuerzas y sigan adelante; sé para quien trabajo y lo seguiré haciendo a como dé lugar”, concluye la entrevistada.
‘Papi was the perfect match’
Following the loss of the Leal family patriarch, Mayra and her siblings have decided to thank his legacy with an extraordinary, unreleased album
The youngest of the Leal dynasty, Mayra Lizeth, is a psalmist par excellence with influences from regional Mexican music, originally from the north of Mexico and rooted in Cadereyta, Jiménez, Nuevo León.
Along with her siblings Geovanna, Veronica and Miguel, Mayra grew up in the family ministry founded by her parents Nena and Miguel, who were called to music as a couple, an aspect they would later share with their children, who were trained as speakers.
“We sang for God. Ninety percent of the time we were together, there was never abandonment. Our parents made a difference in our lives. Everything goes beyond; they taught us not to compare ourselves,” commented our Visionary woman of the June edition.
Her father, a trainer
Great importance is given to mothers’ education over their children within the Christian sphere. Still, in the case of the Leal family, their father was a trainer and leader of the ministry, both as a group and individually, beyond being a provider for his wife and each of his children.
“Mami and Papi taught us; Mami is our mentor, she instilled in our faith and that God is first, she always told us to exalt God and proclaim that there is health, happiness, and everything in God.” But, “Daddy taught us to speak well, to be wise, he taught us music, to sing, to understand music and instruments; Daddy was a perfect complement.”
A bitter 2020
In the formation of the Leal family, values and work were very marked, not by words, but by the parents’ passion; in such a way that at the age of 8, Geovanna recorded her first album, then Veronica, then Miguel and finally Mayra. Work and faith kept them together. However, everything changed when the father and head of the dynasty passed away in 2020.
“There are difficult times; in my case, it all started when Papi passed away, he was the engine of everything, the producer of the records. Dad passed away, and the silence began; we wondered if we would ever sing again,” Mayra shares.
Life without her father
The loss of the head of the household hit the Leal family hard, but Mayra points out that his example, values and faith motivated them to return to music.
“We got together and talked about how our life will be without Dad. We commented that God called us, and Dad taught us to obey him and fulfill his will; then we said, ‘this is not what Dad taught us to do, so why are we contemplating it?’ we stood up and said: we are going to continue because God is also our father”.
He adds that they miss him every day, but they keep going for the love of God, “the loss is not overcome, but it is strengthened in the Lord,” he adds.
In the absence of the also producer, the eldest daughter, Geovanna, has taken the leading baton of the work they now do as a family since she says she is the one who learned the most from everything he did.
“We all have and know a little bit, but she has taken the strong work.”
To honor Mr. Leal’s life, the siblings and their mother Nena are working on a material that they hope will be ready by the end of the year, where they will all sing songs he wrote, among them a new song that their mother will sing, a continuation of “El Alfarero.”
“This song describes the process that many times we go through and that also came to comfort our life, it talks about forgiveness, it is a gorgeous song,” Mayra assures.
Deep gratitude
She confesses that it will be an album of gratitude to the one who gave them everything they have and what they will have.
“Dad left about 15 songs written in notebooks; we didn’t know they existed; they are songs from 20 years ago. We will record everything together; all the songs have the year; it will be something very nice”, he comments.
She explained that the identity that her mother and father formed in her will last forever, which is what keeps her firm and standing.
“My father always told us to be constant, even if there are failures and betrayals, to gather strength and move forward; I know who I work for, and I will continue to do it no matter what,” she concludes.