En estos tiempos debemos aprender a vivir de la fe, dependiendo día a día del Señor
Cuando pienso en un nuevo nivel en mi relación con mi Padre Celestial, inmediatamente viene a mi mente Ezequiel 47: El río en el templo; este versículo nos habla de diferentes etapas de profundidad a las que debemos aspirar como creyentes en la vida espiritual y suponiendo que queremos avanzar en el conocimiento experimental de Dios, debemos arriesgarnos, adentrándonos en las profundas aguas del río.
Si vemos la historia, ésta habla de diferentes niveles de profundidad en el río, siendo el más alto el momento en el que ya no se puede caminar, por lo que hay que nadar para pasar.
A este nivel debes ser el tipo de persona que aprende a vivir de la fe, dependiendo día a día del Señor.
Cuando sientes que las circunstancias se salen de tus manos, no puedes tocar suelo firme y no hay nada que te dé seguridad, es momento de creer, tener confianza y depender de Dios.
Es ahí cuando llega el momento de experimentar una unión con el Espíritu Santo que produce una transformación y te lleva a otro nivel en profundidad, experiencia y madurez con nuestro Señor. Hay que tener “coinonia” completa con él, es decir, comunión, amistad y compañerismo para lograr la altura que Dios está ofreciéndonos en estos tiempos.
Para vivir y experimentar esto se requiere:
• Una vida de búsqueda constante de su presencia
• Devoción a su palabra
• Crecimiento constante en la fe
Por último, en Jeremias 29:13 él nos promete que si lo buscamos lo vamos a encontrar, siempre y cuando lo hagamos con todo el corazón.
Experimentar nuevos niveles con Dios depende de nosotros, es su deseo lanzarnos a ese río profundo en búsqueda de devoción.
¿Qué tan profundo quieres caminar con el padre?
¡Anímate a buscarlo sin reservas!
My relationship with God to a new level
In these times, we must learn to live by faith, depending day by day on the Lord
When I think of a new level in my relationship with my Heavenly Father, Ezekiel 47: The river in the temple immediately comes to my mind; this verse speaks to us of different stages of depth to which we must aspire as believers in the spiritual life and supposing we want to advance in the experiential knowledge of God, we must take a risk, entering the deep waters of the river.
If we look at the story, it speaks of different levels of depth in the river, the highest being the point at which you can no longer walk, so you must swim to get through.
At this level, you must be the kind of person who learns to live by faith, depending day by day on the Lord.
When you feel that circumstances are out of your hands, you cannot touch solid ground, and there is nothing to give you security, it is time to believe, have confidence and depend on God.
That is when it is time to experience a union with the Holy Spirit that produces a transformation and takes you to another level in depth, experience and maturity with our Lord. It is necessary to have complete “koinonia” with Him, communion, friendship, and fellowship to achieve the height that God is offering us in these times.
To live and experience this requires:
• A life of constant seeking of his presence
• Devotion to his word
• Constant growth in faith
Finally, in Jeremiah 29:13, he promises us that if we seek him, we will find him as long as we do it with all our hearts.
Experiencing new levels with God is up to us; he desires to launch us into that deep river in search of devotion.
How deep do you want to walk with the Father?
Dare to seek him without reservation!