Una visión que se hace realidad como aliado estratégico de la industria maquiladora.
El transportista Luis Sotelo decidió iniciar su propio proyecto de transporte en noviembre de 1998, con apenas 28 años y la inspiración de la tradición mecánica heredada de su padre.Lo que comenzó con solo dos camiones se ha convertido en una organización con cientos de unidades y colaboradores, marcando una historia de crecimiento que refleja la fuerza del sector transportista en Ciudad Juárez.
La filosofía de TRACSO empresarial siempre ha estado basada en la seguridad y el servicio, elementos que le han permitido destacar en un mercado altamente competitivo. El buen trato a los clientes y el sistema de recomendaciones fueron el motor que impulsó su crecimiento: primero como subcontratista en la industria maquiladora y, posteriormente, con una sólida cartera de clientes directos.
El liderazgo de Luis Sotelo, también se ha extendido a la Asociación de Transportistas, donde ha representado al gremio ante autoridades estadounidenses, enfrentando retos como las largas filas en los cruces fronterizos, procesos aduanales complejos, programas tecnológicos y asuntos internacionales relacionados con el transporte. Sus gestiones han dejado precedentes que fortalecen la unión gremial y generan beneficios no solo para los socios, sino para todo el sector.
Hoy, el transporte enfrenta múltiples desafíos: déficit de operadores calificados y efectos económicos derivados de aranceles en sectores estratégicos como el acero, el cobre y el aluminio. Aun así, continúa siendo la columna vertebral de la industria fronteriza: sin él, se paralizarían maquiladoras, empleos y cadenas de suministro esenciales, como alimentos y medicinas.
Ante este panorama,TRACSO apuesta por la tecnología y la profesionalización. Ha implementado sistemas para monitorear la seguridad de los operadores, detectar fatiga, consumo de sustancias, exceso de velocidad y otros factores de riesgo, todo con el fin de garantizar mejores condiciones laborales y fomentar una cultura de prevención. Además, impulsa la capacitación en inglés, programas de formación profesional con sueldo base, la inclusión de mujeres operadoras y la posibilidad de construir un proyecto de vida y carrera profesional dentro del sector.
Con prestaciones completas, servicios médicos, apoyo psicológico, unidades modernas y ecoeficientes que reducen la huella de carbono, hoy, bajo la visión de Luis Sotelo, TRACSO no solo ofrece estabilidad laboral, sino que dignifica la profesión transportista, un ejemplo de cómo el transporte puede ser motor de desarrollo económico y social para toda la región fronteriza.

Luis Sotelo: More than Transportation: Innovation, Leadership, and Passion
A vision made reality as a strategic ally of the maquiladora industry.
Transporter Luis Sotelo decided to start his own transportation project in November 1998, at just 28 years old, inspired by the mechanical tradition inherited from his father. What began with only two trucks has grown into an organization with hundreds of units and collaborators, marking a story of growth that reflects the strength of the transportation sector in Ciudad Juarez.
The business philosophy of TRACSO has always been based on safety and service—elements that have allowed it to stand out in a highly competitive market. Good treatment of clients and a strong referral system were the driving forces behind its growth: first as a subcontractor in the maquiladora industry, and later with a solid portfolio of direct clients.
Luis Sotelo’s leadership has also extended to the Transport Association, where he has represented the sector before U.S. authorities, tackling challenges such as long border-crossing lines, complex customs processes, technological programs, and international transportation issues. His efforts have set precedents that strengthen industry unity and bring benefits not only to association members but to the entire sector.
Today, transportation faces multiple challenges: a shortage of qualified operators and economic impacts from tariffs on strategic sectors such as steel, copper, and aluminum. Even so, it continues to be the backbone of the border economy: without it, maquiladoras, jobs, and essential supply chains—such as food and medicine—would come to a halt.
In response to this outlook, TRACSO is betting on technology and professionalization. It has implemented systems to monitor operator safety, detect fatigue, substance use, speeding, and other risk factors—all aimed at ensuring better working conditions and fostering a culture of prevention. It also promotes English training, professional development programs with base salaries, the inclusion of female operators, and the opportunity to build both a career and a life project within the sector.
With full benefits, medical services, psychological support, modern and eco-efficient units that reduce the carbon footprint, today, under the vision of Luis Sotelo, TRACSO not only provides job stability but also dignifies the transportation profession—an example of how transport can drive economic and social development for the entire border region.