La crisis más grande que vivimos actualmente es la de aprender a vincularnos con nuestro creador y luego con nuestro prójimo, lo cual es indispensable sobre todo si se piensa en el matrimonio.
Tener un matrimonio estable y duradero implica tomar la decisión de amar, sentimiento sustancial en la Palabra de Dios.
Un día nos unimos en matrimonio y decidimos tomarnos de las manos y caminar juntos por la vida creyendo la palabra que dice: Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito. Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas. Del mismo modo, si dos personas se recuestan juntas, pueden brindarse calor mutuamente; pero ¿cómo hace uno solo para entrar en calor?” (Eclesiastés 4.9 al 11)
A partir de esa decisión tan importante de unir nuestras vidas en matrimonio, se abre un alto nivel de compromiso con nuestra pareja, además de abundante gracia y de pensar a largo plazo.
Un día veremos que los años han pasado y nos hacemos viejos, sin embargo, el compromiso sigue al igual que aquel día que prometimos permanecer juntos apoyándonos en todo proceso difícil, no sólo en enfermedades, sino manteniendo una expectativa de vida, trazando planes, teniendo objetivos y gozando de la amistad de otras personas.
Llegar a la vejez en el matrimonio es una bendición que incluye no sólo felicidad, sino también madurez a través de sortear todo tipo de experiencias desafortunadas.
Grow old in marriage
The biggest crisis we are currently experiencing is learning to bond with our creator and then with our neighbor, which is essential especially if you think about marriage.
Having a stable and lasting marriage implies making the decision to love, a substantial feeling in God’s Word.
One day we got married and decided to hold hands and walk through life together believing the word that says: Two are better than one,because they have a good return for their labor: If either of them falls down, one can help the other up. But pity anyone who falls and has no one to help them up. Also, if two lie down together, they will keep warm. But how can one keep warm alone?(Ecclesiastes 4.9 to 11).
From that very important decision to unite our lives in marriage, a high level of commitment with our partner opens, as well as abundant grace and thinking long term.
One day we will see that the years have passed and we grow old, however, the commitment continues like that day we promised to stay together supporting each other in every difficult process, not only in diseases, but also maintaining a life expectancy, drawing plans, having goals and enjoying the friendship of other people.
Reaching old age in marriage is a blessing that includes not only happiness, but also maturity through dealing with all kinds of unfortunate experiences.