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La educación sexual

La educación sexual involucra una amplia gama de conocimientos y acciones que se presentan a lo largo de la vida humana, además de las cuestiones básicas que son fundamentales para el desarrollo integral del individuo.

Esta información debe ser trasmitida por los padres del niño desde temprana edad y debe contar con la aportación de la educación oficial proporcionada por el Estado, con datos científicos sobre anatomía, fisiología y otros aspectos específicos.

Dado que el pueblo creyente considera que no somos sólo “cuerpo”, sino también alma y espíritu, las enseñanzas que se deben dar a los hijos deben ir de acuerdo con el desarrollo emocional y espiritual del niño, armonizando su desarrollo sexual con su madurez emocional, a su entendimiento de todo aquello que es sano y a su crecimiento espiritual.

Por otra parte, hemos visto recientemente como el Estado ha mostrado intenciones de utilizar las escuelas como medio para trasmitir ideologías externas, no científicas, provenientes de movimientos que promueven entre otras cosas la elección de género independientemente del sexo de nacimiento, el cambio de éste desde temprana edad auspiciado por el Estado y otras acciones igualmente agresivas y abusivas para los estudiantes y sus familias.

Una vez más se requiere que la familia cierre filas y ejerza su derecho y su poder en la educación sexual de sus generaciones, ya que como dice la Escritura en 1 Corintios 6-19: “Ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros”.

SEX EDUCATION

Sex education involves a wide range of knowledge and actions throughout human life, in addition to the basic aspects that are fundamental to the integral development of the individual.

This information must be transmitted by the child’s parents from an early age and must have the contribution of official education provided by the State, with scientific data on anatomy, physiology and other specific aspects.

Since the believing people consider that we are not only “body”, but also soul and spirit, the teachings that should be given to children must be in accordance with their emotional and spiritual development, harmonizing their sexual development with their emotional maturity, to understanding of all that is healthy and to their spiritual growth.

On the other hand, we have recently seen how the State has shown intentions to use schools to transmit external, non-scientific ideologies, stemming from movements that promote, among other things, the choice of gender regardless of the sex of birth, the change in gender sponsored by the State and other equally aggressive and abusive actions for students and their families.

Once again the family is required to close ranks and exercise their right and their power over the sexual education of their generations, since as Scripture says in 1 Corinthians 6-19: “Do you not know that your bodies are temples of the Holy Spirit, who is in you, whom you have received from God? You are not your own”.

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