Seamos seres de paz en un lugar de conflicto y ‘respiremos gracia’ tomada de la bondad y del poder de Cristo
Cuántas veces nos hemos topado con personas que en un minuto logran que olvidemos nuestras presiones, e incluso podamos sonreír y relajarnos en una charla interminable, sí, de esas personas que cambian nuestra perspectiva y que podemos decir que son “instrumentos de Dios”.
Esas personas nos bendicen con su sola presencia; es hermoso como ellas traen paz en un lugar de conflicto y “respiran gracia” tomada constantemente de la bondad y del poder de Cristo, transmitiendo su amor, misericordia, perdón, fortaleza y sabiduría en los afanes de la vida llena de conflictos.
Todos podemos ser ese tipo de persona, que impacta la vida de quienes nos rodean, empezando por nuestro cónyuge, llevando así la mayor muestra de amor a nuestros hijos, demostrando no sólo amor sino respeto y valía a los sentimientos de nuestra pareja. Por consiguiente, eso mismo se reflejará en ellos, a quienes dejaremos de imponer y enseñaremos en amor y ejemplo, dejándonos usar para disipar el enojo, mejorar el entendimiento, promover la justicia y alentando al arrepentimiento, la reconciliación, marcando una pauta en la formación del carácter de cada uno de los integrantes de nuestra familia y siendo una diferencia en la sociedad.
Quizá lo que nos hace falta es sabernos expresar más eficazmente dejando a un lado los malentendidos.
Fomentemos el diálogo
Te invito a aprender, a escuchar y a ser más empáticos al tratar de resolver un conflicto, dejando que todos expresen su opinión y fomentando el diálogo, teniendo el cuidado al dar a conocer nuestro punto de vista, no lastimando a terceros.
Demostremos nuestro amor, aunque se esté atravesando un momento de crisis o conflicto; tratemos la situación en el momento que ocurre y evitemos que se acumule por mucho tiempo y se lastime más al no buscar una plática.
Demos la honra a Dios, revelando su amor y el poder de su palabra y sobre todo aceptando a personas que ven las cosas de una manera diferente a la nuestra, enseñándonos a trabajar con ellas.
Dios es muy claro pidiéndonos que lo que hagamos, que no sea de tropiezo para otro y que no busquemos sólo nuestro beneficio sino el de los demás para que por medio de nuestro testimonio ellos puedan conocer también al Señor.
Te invito a que seamos parte de los pacificadores, marcando la diferencia para quienes nos rodean.
Instruments of God
Let us be beings of peace in a place of conflict and ‘breathe grace’ drawn from the goodness and power of Christ
How often have we come across people who, in one minute, make us forget our pressures, and we can even smile and relax in an endless chat? Yes, those people who change our perspective, and we can say that they are “instruments of God.”
These people bless us by their very presence; it is beautiful how they bring peace in a place of conflict and “breathe grace” constantly drawn from the goodness and power of Christ, transmitting his love, mercy, forgiveness, strength, and wisdom in the throes of life full of conflict.
We can all be that kind of person who impacts the lives of those around us, starting with our spouse, thus bringing the most incredible show of love to our children, demonstrating not only love but respect and worthiness to our partner’s feelings. Consequently, the same will be reflected in them, whom we will stop imposing and teach in love and example, allowing ourselves to be used to dissipate anger, improve understanding, promote justice, and encourage repentance, reconciliation, setting a standard in the formation of the character of each of the members of our family and being a difference in society.
We need to know how to express ourselves more effectively, leaving aside misunderstandings.
Let’s encourage dialogue
I invite you to learn, listen, and be more empathetic when resolving a conflict, letting everyone express their opinion, encouraging dialogue, being careful to make our point of view known, and not hurting third parties.
Let us show our love, even if we are going through a crisis or conflict; let us deal with the situation when it occurs and prevent it from accumulating for a long time and hurting more by not seeking a discussion.
Let us honor God, revealing His love and the power of His word and, above all, accepting people who see things differently than we do, teaching us to work with them.
God is evident in asking us that what we do should not be a stumbling block to others and that we should not seek only our benefit but that of others so that through our testimony, they may also know the Lord.
I invite you to be part of the peacemakers, making a difference to those around us.