Usa el dinero y las cosas materiales para llevar a cabo los propósitos de Dios
“No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar”
Mateo 6:19-20
Por: Cambio de Cultura
Cuando hablamos de inversiones, las personas que invierten lo hacen esperando recibir un ingreso o incrementar el valor de la inversión inicial. Este artículo no tiene como propósito recomendar inversiones determinadas, sino mostrar algunas pautas para invertir que encontramos en las páginas de la Biblia.
Lo más importante que una persona debe hacer para el futuro económico, es invertir en las vidas de su familia y el bienestar espiritual de otros. Estas inversiones pudieran incluir desarrollo de habilidades de administración, negociación y producción, recursos para poder aplicar estas habilidades y por supuesto conocimiento de principios bíblicos que tiene que ver con el manejo del dinero y las propiedades.
Otras inversiones que seguramente estás pensando son los activos disponibles, como terrenos o equipos que puedan darnos opciones durante los tiempos difíciles. Un activo disponible es algo de valor que nos es útil ahora y que puede intercambiarse por otras cosas o dinero según nuestras necesidades (por eso es disponible).
Desde una perspectiva bíblica, una inversión sabia se tata de usar el dinero y las cosas materiales para llevar a cabo los propósitos de Dios y extender su reino aquí en la tierra. El dinero no es para ser amontonado, sino como una reserva disponible.
Un error que muchas veces cometemos cuando hablamos de inversiones materiales es que queremos invertir cuando no estamos listos. Las inversiones deben hacerse de la abundancia y no de los recursos necesarios para la familia o un negocio. Creemos que si invertimos saldremos de nuestros problemas financieros más rápido, eso se parece mucho a jugar a la lotería y es un error.
Antes de invertir necesitamos alcanzar dos metas principales: tener control en nuestro presupuesto y ahorrar. Estas son algunas pautas que debemos considerar antes de invertir en cuestiones materiales:
- Toda inversión tiene riesgo, ninguna inversión deberá presionar a la familia o nuestra economía.
- Invertimos de lo ahorrado, de excedentes que estamos dispuestos a perder.
- Invertimos en cosas que entendemos, si no, estamos especulando.
- Invertimos ya que hemos realizado un análisis y pedido consejo de expertos en el tema.
Una recomendación adicional, cuando estamos en presión financiera, estamos tentados a tomar atajos para salir de esa situación. Muchas veces se piensa que “un golpe de suerte”, o “una inversión atinada” resolverá nuestros problemas. La realidad es que la sanidad de nuestras finanzas tiene que ver más con nuestra actitud, disciplina y hábitos que el famoso “golpe de suerte”.
Si estás endeudada, primero resuelve tus deudas. Los hábitos limitados de consumo y un buen plan para salir de deudas serán el entrenamiento que necesitas para cuando estes en posibilidades de invertir, generes un círculo virtuoso. Aquí algunos lineamientos para salir de deudas:
- Haz un análisis de tu presupuesto y crea un excedente.
- Realiza una lista y análisis de tus deudas.
- Mantén la comunicación abierta con los acreedores.
- Págales a todos un poco (los mínimos).
- Elimina primero las deudas más pequeñas, una por una.
- Los pagos hechos a deudas ya pagadas, aplícalos a la siguiente deuda por pagar.
- Ahorra para no necesitar pedir prestado y para poder invertir para el futuro.
A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos. Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen. De este modo atesoran para sí un seguro caudal para el futuro y obtendrán la vida verdadera.
1 Timoteo 6:17-19
Make wise investments for the future
Use money and material things to carry out God’s purposes.
“Do not store up for yourselves treasures on earth, where moth and rust destroy, and where thieves break in and steal. But lay up for yourselves treasures in heaven, where neither moth nor rust destroys, nor thieves break in and steal.”
Matthew 6:19-20
By: Cambio de Cultura
When we talk about investments, people who invest do so expecting to receive an income or increase the initial investment value. The purpose of this article is not to recommend particular investments but to show some guidelines for investing that we find in the pages of the Bible.
The most important thing a person should do for the economic future is to invest in his family’s lives and the spiritual well-being of others. These investments could include the development of management, negotiation and production skills, resources to apply these skills and of course, knowledge of biblical principles that have to do with managing money and property.
You are probably thinking about other investments are available assets, such as land or equipment that can give you options during difficult times. An open asset is something of value that is useful to us now and can be exchanged for other things or money according to our needs (that’s why it is available).
From a biblical perspective, a wise investment uses money and material things to carry out God’s purposes and extend His kingdom. Money is not to be hoarded but as an available reserve.
We often make a mistake when we talk about material investments because we want to invest when we are not ready. Investments should be made from abundance and not from the resources needed for the family or a business. We believe that if we invest, we will get out of our financial problems faster, this is very similar to playing the lottery, and it is a mistake.
Before investing, we need to achieve two main goals: control our budget and save. These are some guidelines that we should consider before investing in material matters:
- Every investment has risk; no investment should pressure the family or our economy.
- We invest from what we have saved, from surpluses we are willing to lose.
- We invest in things we understand; otherwise, we are speculating.
- We invest because we have made an analysis and asked for advice from experts on the subject.
An additional recommendation, when we are under financial pressure, we are tempted to take shortcuts to get out of that situation. We often think that “a stroke of luck” or “a wise investment” will solve our problems. The reality is that the health of our finances has more to do with our attitude, discipline and habits than the famous “lucky break.”
If you are in debt, first resolve your debts. Limited consumption habits and an excellent plan to get out of debt will be the training you need to generate a virtuous circle when you can invest. Here are some guidelines to get out of debt:
- Analyze your budget and create a surplus.
- Make a list and analysis of your debts.
- Keep open communication with creditors.
- Pay everyone a little (the minimums).
- Eliminate the smallest debts first, one by one.
- Payments made on debts already paid, apply them to the next debt to be paid.
- Save so you don’t need to borrow, and so you can invest for the future.
To the rich of this world, command them not to be arrogant and not to put their hope in riches, which are so insecure, but in God, who provides everything in abundance for us to enjoy. Command them to do good, be rich in good works, and be generous, ready to share what they have. In this way, they will treasure up for themselves a sure store for the future and obtain true life.
1 Timothy 6:17-19