El 2020 fue un año que muchos de nosotros no quisiéramos recordar, pero es un año que estará presente en la historia. Pasamos al año 2021 con la esperanza de algo nuevo y nos planteamos muchos objetivos.
Algunos de nosotros hacemos los famosos “propósitos de año nuevo”, sin embargo, muchos de estos “deseos” se quedan en el camino, aunque, quizá algunos se retomen para el siguiente año.
La realidad, es que nuestros objetivos no suceden de la noche a la mañana. Las cosas que valen la pena requieren trabajo, esfuerzo y perseverancia, hasta que sean hábitos y posteriormente se conviertan en un estilo de vida.
Las batallas que enfrentamos no son ajenas a ningún ser humano. El desánimo, la desesperanza, la impotencia y la frustración son algunos enemigos que todos enfrentamos.
El descontento es un enemigo que se roba la paz diaria, pero no el aprendizaje de la temporada. No te sientas solo si ha sido un año difícil, todos estamos corriendo en esta vida juntos.
Si te has esforzado continua porque no hay esfuerzo que se quede sin recompensa, sobre todo, recuerda que Dios nos ha dado la gracia, que sus misericordias son nuevas cada mañana y que él es realmente quien pelea nuestras batallas.
“Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas”
Josué 1:9
Becoming aware of your year
2020 was a year that many of us would not want to remember, but it is a year that will be present in history. We move into 2021 with the hope of something new, and we set many goals.
Some of us make the famous “New Year’s resolutions”; however, many of these “wishes” falls by the wayside, although perhaps some of them will be taken up again for the following year.
The reality is that our goals do not happen overnight. Worthwhile things require work, effort, and perseverance until they become habits and become a way of life.
The battles we face are not foreign to any human being. Discouragement, hopelessness, helplessness, and frustration are some of the enemies we all face.
Discontentment is an enemy that steals the daily peace but not the learning of the season. Don’t feel alone if it has been a challenging year; we are all running this life together.
If you have struggled, continue because no effort goes unrewarded; above all, remember that God has given us grace, that his mercies are new every morning, and that he is indeed the one who fights our battles.
“Listen to what I command you: Be strong and of good courage. Fear not, nor be dismayed: for I am the Lord thy God, and will be with thee whithersoever thou goest.”
Joshua 1:9