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El valor del trabajo

Además de reflejar la actividad de Dios, éste tendrá como recompensa el honor y la satisfacción que provienen de una labor bien hecha

El origen del trabajo está descrito en el libro de Génesis, donde encontramos que Dios es el primer trabajador, ocupado con la creación del mundo (Génesis 1:1-15). La Biblia dice que el Señor trabajó por seis días y descansó el séptimo, fue el primero en trabajar sobre la tierra y, por lo tanto, el trabajo legítimo refleja la actividad de Dios.

Debido a que Dios es naturalmente bueno, el trabajo también lo es (Salmo 25: 8; Efesios 4:28). En Génesis 1:31 también declara que cuando Dios vio el fruto de su trabajo, lo llamó “muy bueno”.

Dios examinó y evaluó la calidad de su labor y cuando él determinó que había hecho un buen trabajo, se complació con el resultado. Por este ejemplo, es evidente que el trabajo debe ser productivo.

El trabajo debe realizarse de una manera que produzca resultados de la más alta calidad. La recompensa por el trabajo es el honor y la satisfacción que provienen de una labor bien hecha.

¿Qué dice la psicología?

Por otro lado, disciplinas como la psicología han señalado los beneficios individuales que puede tener en una persona incluir dentro de sus sistemas de valores el del trabajo. En sintonía con esto, un individuo que practique este valor en primer lugar empezará a ser conocido por su entorno como una persona honesta, entregada, trabajadora y eficiente, lo que le irá abriendo puertas académicas y laborales, pues esta característica es indispensable para avanzar en el mundo profesional, en el que se buscan personas dedicadas, que luchen cada día por hacerlo mucho mejor.                                                                                                                          

Así mismo, un individuo reconocido en su entorno como una persona trabajadora, generará una estima social, que a la larga se manifestará en el establecimiento de vínculos sociales basados en el respeto, la admiración, la cooperación y la confianza, que se traducirán en un bienestar mutuo, y en sentimientos de orgullo, satisfacción y alta autoestima, factores indispensables a su vez para una buena salud física y emocional.

En cuanto al aspecto social, la psicología también ha indicado la importancia que tiene el trabajo incluido en el esquema de comportamiento y pensamiento de los miembros de una sociedad, la cual tenderá a tejer una red de relaciones basadas en el compromiso, la seriedad, la honestidad, la laboriosidad y la efectividad, que se traducirá en una sociedad mucho más productiva y consciente del rol y la responsabilidad que juega cada individuo en la labor de generar a su comunidad los recursos necesarios para su manutención, desde cualquier área donde desempeñe su trabajo.


The value of work

In addition to reflecting God’s activity, it will have as its reward the honor and satisfaction that come from a job well done

The work’s origin is described in the book of Genesis, where God is the first worker, busy with the world’s creation (Genesis 1:1-15). The Bible says that the Lord worked for six days and rested on the seventh; he was the first to work on earth, and therefore, legitimate work reflects God’s activity.

Because God is naturally good, so is work (Psalm 25: 8; Ephesians 4:28). Genesis 1:31 also states that when God saw the fruit of his career, he called it “very good.”

God examined and evaluated the quality of his work, and when he determined that he had done an excellent job, he was pleased with the result. From this example, it is evident that work must be productive.

Work must be done to produce results of the highest quality. The reward for work is the honor and satisfaction of a well-done job.

What does psychology say?

On the other hand, disciplines such as psychology have pointed out the unique benefits of including work in a person’s value system. In tune with this, an individual who practices this value in the first place will begin to be known by his environment as an honest, dedicated, hardworking and efficient person, which will open academic and labor doors since this characteristic is essential to advance in the professional world, where dedicated people are sought, who strive every day to do much better.                                                                                                                          

Likewise, an individual recognized in his environment as a hard-working person will generate social esteem, which will eventually manifest itself in the establishment of social ties based on respect, admiration, cooperation and trust, which will translate into mutual welfare, and feelings of pride, satisfaction and high self-esteem, essential factors in turn for good physical and emotional health.

Regarding the social aspect, psychology has also indicated the importance of the work included in the behavior and thought scheme of the members of a society, which will tend to weave a network of relationships based on commitment, seriousness, honesty, diligence and effectiveness, which will result in a much more productive society, aware of the role and responsibility that each individual plays in the work of generating the necessary resources for its community, from any area where he/she performs their work.

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