Palabras desagradables y agresivas cuya intención es la humillación, son letales para el alma
Tan antiguo como el mismo hombre, el acoso o bullying es la forma más vil de denigrar al ser humano, y para ello utilizan burlas, insultos, agresiones físicas y verbales, además de lenguaje inapropiado y lesivo en contra de la dignidad de cualquier ser.
La Biblia dice que “creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread” sobre todos los animales de la tierra.
Sin embargo, vio Dios que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo mal.
El acoso, junto con el pecado del hombre, se alojó perfectamente en los núcleos sociales y encontró en los centros escolares el lugar perfecto para sembrar la semilla maléfica.
En el ámbito escolar, de todos los niveles, se encuentra una acción directa y cruel entre alumnas y alumnos que son dañados con palabras desagradables o agresivas cuya intención es la humillación, las burlas letales para el alma.
Los acosadores ignoran que esta práctica a lo largo del tiempo ha ocasionado infinidad de suicidios, es un riesgo al que se enfrentan millones de niños y jóvenes. Hablamos de una violencia tanto física como psicológica que, por desgracia, es bastante común y no es atendida por ninguna instancia oficial o privada.
Blanco fácil
El bullying es la exposición que sufren las personas cuando compiten en el ámbito social y escolar. La agresión se acrecienta cuando esos menores tienen problemas físicos o cuando su cerebro no tuvo un desarrollo adecuado o posee una patología psiquiátrica.
Es complicado estimar la prevalencia del bullying, ya que los profesionales en la materia concuerdan en señalar que hablamos de un problema bastante difícil de erradicar.
Se considera que entre un 15 y un 50 por ciento (%) de los niños y los jóvenes tienen la posibilidad de haber sido víctimas de bullying alguna vez. Por supuesto, ciertos colectivos son más vulnerables y poseen más peligro de ser víctimas del acoso, entre ellos están los pobres extremos, las etnias y hasta los que profesan religiones que ameritan una entrega especial y una forma de vida distinta al común del mundo actual.
¿Qué hacer?
Si su hijo está siendo acosado, no asuma que el problema va a desaparecer por sí solo. Mantenga la línea de comunicación abierta con los menores y busque espacios compensatorios, donde los menores se sientan seguros y arropados por gente que los acepta y los ama, como la familia y los centros religiosos.
Recibir burlas puede bajar la autoestima y hacerle sentir despreciado. Tal vez se siente como que a nadie le importa, pero Jesucristo también fue ridiculizado, se le juzgo por su origen social y se le llamó despectivamente “el hijo del carpintero”.
También se burlaron de su origen étnico: “Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno?”
Responsan con amor
Cuando te enfrentes con alguien que habla mal de ti, se burla o te humilla, no busque la venganza sino responde con amor. “Amen a sus enemigos”, dice la escritura. “Bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan.”
En la iglesia cristiana cada vez hay más gente preparada para atender a las personas que están enfrentando episodios depresivos, tristeza, ansiedad y falta de ganas de vivir. Siempre es bueno preguntar por esos consejeros que estamos seguros podrán ayudarle en esos momentos de desesperación y falta de interés por la vida.
Issue of Bullying
Bullying is lodged in the social nuclei and found in schools, the perfect place to sow the evil seed.
As old as man himself, harassment or bullying is the most vile way to denigrate a human being. For this, they use mockery, insults, physical and verbal aggression, and inappropriate and harmful language against the dignity of any being.
The Bible says that “God created man in his image, in the image of God created he him; male and female created he them. And God blessed them, and said unto them, Be fruitful, and multiply, and replenish the earth, and subdue it, and have dominion” over all the earth’s animals.
Yet God saw that the wickedness of man was great in the earth, and every imagination of his heart’s thoughts was continually evil.
Bullying and man’s sin were perfectly lodged in the social nuclei and found in schools the perfect place to sow the evil seed.
In the school environment, at all levels, there is a direct and cruel action between students who are harmed with unpleasant or aggressive words whose intention is humiliation and lethal mockery for the soul.
Bullies are unaware that this practice has caused countless suicides over time; it is a risk faced by millions of children and young people. We are talking about physical and psychological violence, which, unfortunately, is quite common and not addressed by any official or private body.
Easy target
Bullying is the exposure people suffer when competing in the social and school environment. Aggression increases when these minors have physical problems, have their brains not developed properly, or have a psychiatric pathology.
It is difficult to estimate the prevalence of bullying since professionals in the field agree that we are discussing a problem that is difficult to eradicate.
It is considered that between 15 and 50 percent (%) of children and young people are likely to have been victims of bullying at some time. Of course, certain groups are more vulnerable and at greater risk of being victims of bullying; among them are the impoverished, ethnic groups and even those who profess religions that require a special dedication and a way of life different from the common in today’s world.
What to do?
If your child is bullied, don’t assume the problem will disappear. Keep the line of communication open with children and look for compensatory spaces where children feel safe and supported by people who accept and love them, such as family and religious centers.
Being teased can lower self-esteem and make them feel worthless. He may feel like no one cares, but Jesus Christ was also ridiculed, judged for his social background and derogatorily called “the carpenter’s son.”
His ethnic origin was also mocked: “Philip found Nathanael, and said unto him, We have found him of whom Moses wrote in the law, and the prophets, Jesus, the son of Joseph, of Nazareth. Nathanael asked, ” Can any good thing come out of Nazareth?”
Respond with love
When confronted by someone who speaks ill of you, mocks or humiliates you, do not seek revenge but respond with love. “Love your enemies,” the scripture says. “Bless those who curse you, pray for those who mistreat you.”
In the Christian church, more and more people are ready to minister to people facing depressive episodes, sadness, anxiety and lack of zest for life. It is always good to ask for those counselors that we are sure will be able to help you in those moments of despair and lack of interest in life.