Por: Cambio de Cultura Académica
El Señor es el que provee, nosotros debemos ser fieles administradores
En el mundo hay dos sistemas económicos, la del hombre y la de Dios, este último revelado con gran detalle en las escrituras, donde nos damos cuenta que generalmente la economía del hombre y la economía de Dios se contradicen.
La diferencia más importante entre la economía del hombre y la de Dios, es Dios mismo. En la economía del Señor, Cristo es el que ocupa el lugar central, pero desde la perspectiva del hombre sin Cristo, la economía de Dios es un “salto de fe” poco práctico.
Dios es tan predecible como impredecible, por ejemplo, sabemos que él es fiel en todo y que proveerá las necesidades básicas de sus hijos. Pero lo que no podemos predecir es la forma en que el Señor suministrará, porque usa diferentes y a veces sorprendentes medios para abastecer nuestras necesidades básicas. Sin importar los medios que usará para darnos lo que necesitamos, él nos dará porque es absolutamente confiable.
El Señor promete que solventará nuestras necesidades. En Mateo 6:33 dice: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas”.
El mismo Señor que alimentó con maná a los hijos de Israel en el desierto durante 40 años, y dio de comer a 5 mil personas con sólo cinco panes y dos pescados, ha prometido suplir nuestras necesidades.
Las familias en Latinoamérica debemos dejar de pensar que somos “los proveedores del hogar”. Un día de estos descubriremos cuando nos quedemos sin trabajo o tengamos grandes pérdidas en los negocios, que Dios, Jehová-Jireh, es el que realmente provee nuestras necesidades.
A veces pensamos que somos nosotros los que llevamos la provisión al hogar, cuando en realidad todo lo que tenemos lo hemos recibido por la gracia de Dios.
En la Biblia se usa la palabra “mayordomo” para describir la función que cumplimos. Ser mayordomo significa administrar las pertenencias de otro.
Dios es dueño de todo lo que tenemos y nos ha dado la responsabilidad de administrar todas esas cosas de una manera fiel, de acuerdo con los principios bíblicos acerca de las finanzas.
No entender los principios financieros de Dios y no tener “criterio bíblico” al manejar el dinero suele llevarnos a tomar malas decisiones en todas las áreas de la vida, incluido el campo financiero. La provisión es responsabilidad de Dios, la nuestra es ser mayordomos fieles, ésto implica trabajar, administrar y gastar con este criterio bíblico.
Nuestro enfoque debería ser preguntarnos qué tan fieles estamos siendo y no qué tanta provisión estamos llevando a casa. En este mes que se festeja a los padres del hogar ora y anima al varón del hogar a que sea fiel en lo que hace y agradécele que por medio de su fidelidad, el Señor provee.
“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”
Mateo 25:21
Divine economy
The Lord is the provider, we must be faithful administrators
There are two economic systems in the world, man’s and God’s, the second revealed in great detail in the scriptures, where we realize that generally the man’s economy and God’s contradict each other.
The most important difference between the man economy and God’s is God himself. In Lord’s economy, Christ is the central one, but from the perspective of a man without Christ, God’s economy is an impractical “leap of faith”.
God is as predictable as he is unpredictable, for example, we know that he’s faithful in everything and that he will provide his children basic. But what we cannot predict is how the Lord will supply, because he uses different and sometimes surprising ways to supply our basic needs. Regardless the way he will use to give us what we need, he will give us because he is absolutely trustworthy.
The Lord promises that He will relief our needs. In Matthew 6:33 says, “But seek first his kingdom and his righteousness, and all these things will be given to you as well”.
The same Lord who fed manna to Israel sons in the desert for 40 years, and fed 5,000 people with only five loaves and two fish, has promised to relief our needs.
Families in Latin America must stop thinking that we are “home providers”. One of these days we’ll discover when we are out of work or have great losses in business, that God, JehovahJireh, is actually the one who provides our needs.
Sometimes we think that we are the ones who bring the home provisions, when in fact everything we have we have received by God’s grace.
In the Bible the word “steward” is used to describe the role we serve. Being a steward means managing someone else’s belongings. God owns everything we have and has given us the responsibility to manage all of those things faithfully, according to Biblical finances principles.
Not understanding God’s financial principles and not having “biblical criteria” when handling money often leads us to make bad decisions in all life areas, including the financial field.
Provision is God’s responsibility, ours is to be faithful stewards, and this implies working, managing and spending with this biblical criterion.
Our focus should be to ask ourselves how faithful we’re being and not how much provision we are bringing home. This month that celebrates the fathers’ day, pray and encourage your home man to be faithful in what he does and thank him that through his faithfulness, Lord provides.
“And his lord said to him: ‘Well done, good and faithful servant! You have been faithful with a few things; I will put you in charge of many things. Come and share your master’s happiness!’”
Matthew 25:21