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Conmemoración del voto femenino en México

Lamentablemente 70 años después de este logro, aún se ejerce la violencia política de género en diversos ámbitos y culturas en alguna parte del mundo.

El 17 de octubre de 1953 el presidente de la nación, Adolfo Ruiz Cortines, reconoció oficialmente el derecho de las mujeres mexicanas, a ejercer su plena ciudadanía al votar y ser votadas a puestos de elección popular.

Grandes impulsoras de este logro cívico fueron Hermila Galindo, Amalia González Caballero, Refugio García y Elvira Carrillo Puerto, quienes incansablemente y en diferentes épocas lucharon por lograr el sufragio femenino.

El reconocimiento y puesta en práctica de este derecho, coadyuvó enormemente al progreso general del país. La participación social en asuntos que nos atañen a todos sin distinción de sexo es un derecho humano y cualquier acción para coartarlo o negarlo, es un acto violento de discriminación, dominación y control misógino.

Emmeline Pankhurst fue una activista política que a principios del siglo XX encabezó el movimiento sufragista británico con tal fuerza, que se convirtió en símbolo de persistencia en un tema que no tiene lugar a discusión ni negociación, pues negarle a la mujer ese espacio de expresión sociopolítica es dudar de su capacidad mental y criterio propio, sólo por ser mujer, actualmente a esa actitud y postura la conocemos como violencia política de género y lamentablemente se ejerce todavía en diversos ámbitos y culturas en alguna parte del mundo.  

A lo largo de la historia de la humanidad la mujer ha sido oprimida, en diversas religiones y en la sociedad, asi como se menciona en GALATAS 3:28-29 “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa”.

Este versículo nos muestra la igualdad, ya que ante Cristo no hay diferenciación entre los seres humanos, somos iguales delante de él, así como en el ámbito social al ser la igualdad un derecho humano que debe ser aceptado y respetado como tal, sin excepción alguna.


Commemoration of women’s suffrage in Mexico

Unfortunately 70 years after this achievement, gender-based political violence is still exercised in various spheres and cultures in some parts of the world.

On October 17, 1953, the nation’s president, Adolfo Ruiz Cortines, officially recognized the right of Mexican women to exercise their full citizenship by voting and being elected to popularly elected positions.

Great promoters of this civic achievement were Hermila Galindo, Amalia González Caballero, Refugio García, and Elvira Carrillo Puerto, who tirelessly and at different times fought to achieve women’s suffrage.

The recognition and implementation of this right contributed enormously to the general progress of the country. Social participation in matters that concern us all without distinction of sex is a human right and any action to restrict or deny it is a violent act of discrimination, domination, and misogynist control.

Emmeline Pankhurst was a political activist who in the early twentieth century led the British suffragette movement with such force that she became a symbol of persistence in an issue that has no room for discussion or negotiation, because to deny women that space for socio-political expression is to doubt their mental capacity and own criteria, just for being a woman, currently this attitude and position is known as gender-based political violence and unfortunately it is still exercised in various areas and cultures in some parts of the world. 

Throughout the history of mankind, women have been oppressed in various religions and societies, as mentioned in GALATIANS 3:28-29 “There is neither Jew nor Greek, there is neither slave nor free, there is neither male nor female; for you are all one in Christ Jesus. And if ye be Christ’s, then are ye Abraham’s seed, and heirs according to the promise.”

This verse shows us equality since before Christ there is no differentiation between human beings, we are equal before him, as well as in the social sphere, since equality is a human right that must be accepted and respected as such, without exception.

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