“Necio es el que confía en sí mismo; el que actúa con sabiduría se pone a salvo.”
Proverbios 28:26
Somos lo que somos y estamos donde estamos por las decisiones que tomamos en el pasado. De la misma forma que las decisiones importantes de nuestra vida trascienden en el futuro, también las decisiones pequeñas, que aparentemente son inofensivas, pueden marcar el éxito o fracaso de nuestras finanzas.
Saber tomar decsiones no es simplemente la habilidad para tomar decisiones rápidas. Es la habilidad de tomar decisiones correctas y de apegarse a ellas. Un área que necesitamos aprender a tomar buenas decisiones es el área de las finanzas.
Las decisiones financieras son influidas por tres factores principales: nuestras metas, nuestras prioridades y nuestros valores. Es necesario hacer notar que las metas, prioridades y valores son asuntos espirituales. Estos tres factores necesitan estar alineados a la perspectiva Bíblica si queremos que Dios nos bendiga, y si queremos asegurar que estamos siendo sabios en el uso de los recursos económicos.
4 pautas para tomar buenas decisiones financieras
Busca consejos sabios: Para tener la confianza que nuestras decisiones financieras son buenas y correctas, debemos contar con el consejo de personas sabias en el tema económico o con una experiencia previa. Un beneficio de pedir consejo es que podemos ahorrarnos muchas malas experiencias que otros ya han sufrido.
Reúne e Interpreta la información: Una buena decisión depende de una interpretación clara y honesta de la información relevante. No es suficiente contar con datos, si no tenemos la perspectiva correcta y completa de una situación. Necesitas contar con presupuesto para saber cuánto estás ganando, cuánto y dónde estás gastando, para saber dónde debes realizar ajustes.
Elige correctamente: Comprueba que tus decisiones financieras sean congruentes con tus convicciones y valores bíblicos, con las metas de los proyectos familiares y con las prioridades que Dios te ha señalado en su palabra. Todos somos susceptibles a motivaciones y sentimientos incorrectos.
Protégete de la indecisión: Si no inviertes tiempo, esfuerzo y los recursos necesarios para manejar y controlar tus finanzas, te conducirás a un fracaso seguro. Necesitas separar tiempo periódicamente para planear y revisar tus finanzas, así como un aliado de confianza que te pida cuentas para que puedas desarrollar los hábitos que te ayudaran a tomar control.
Si no te gusta dónde están tus finanzas, no estás atado a esa situación puedes cambiar, cambiando tus decisiones. Los grandes logros son el resultado de pequeños esfuerzos. No importa dónde estés o qué hagas, tus decisiones y acciones tienen un “efecto dominó” sobre los que te rodean. La forma en que hacemos las pequeñas cosas determina la forma en que hacemos todo.
“Al necio le parece bien lo que emprende, pero el sabio atiende al consejo.”
Proverbios 12:15
How to make financial decisions
“Those who trust in themselves are fools, but those who walk in wisdom are kept safe.”
Proverbs 28:26
We are who we are and where we are because of the decisions we made in the past. In the same way that essential choices in our life transcend into the future, small, harmless choices can mark the success or failure of our finances.
Knowing how to make decisions is not simply the ability to make quick decisions. It is the ability to make correct decisions and stick to them. One area that we need to learn to make good decisions in the area of finances.
Financial decisions are influenced by three main factors: our goals, our priorities, and our values. It is necessary to note that goals, priorities, and values are spiritual matters. These three factors need to be aligned with the Biblical perspective if we want God to bless us and if we want to ensure that we are being wise in the use of financial resources.
Four guidelines for making sound financial decisions
Seek wise advice: To have confidence that our financial choices are excellent and correct, we must have the advice of intelligent people in the economic issue or with previous experience. A benefit of asking for advice is that we can save ourselves many bad experiences that others have already suffered.
Gather and Interpret Information: A good decision depends on a transparent and honest interpretation of the relevant information. It is not enough to have data if we do not have the correct and complete perspective of a situation. You need to have a budget to know how much you are earning, how much you are spending, and where you should adjust.
Choose correctly: Check that your financial decisions are consistent with your convictions and biblical values, with the goals of family projects, and with the priorities that God has indicated to you in his word. We are all susceptible to wrong motives and feelings.
Protect yourself from indecision: If you do not invest the time, effort, and resources necessary to manage and control your finances, you will lead to an inevitable failure. You need to set aside time periodically to plan and review your finances, as well as a trusted ally who will hold you accountable so that you can develop the habits that will help you take control.
If you do not like where your finances are, you are not tied to that situation; you can change your decisions. Outstanding achievements are the result of small efforts. Whether you are or what you do, your choices and actions have a “ripple effect” on those around you. The way we do the little things determines the way we do everything.
“ The way of fools seems right to them, but the wise listen to advice.”
Proverbs 12:15