Hace seis años lo que era una revisión de rutina antes de cumplir 40 años, se convirtió en el diagnostico que cambiaría el destino de Chia Wollschlager, una paseña que transformó su cáncer de mama en un proyecto de vida.
En el mes de la lucha contra el cáncer de mama, Chia, cuenta a Visionarias su historia, su camino para recuperar la salud y cómo se convirtió, sin buscarlo, en una educadora sobre la enfermedad que según los últimos datos registrados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) arrebató la vida, sólo en 2020, a alrededor de 685 mil mujeres en el mundo.
Su historia
Semanas antes de su cumpleaños, como revisión de rutina, nuestra entrevistada acudió con su ginecólogo, quien en ese momento le recomendó practicarse una mamografía, la cual Chia tardó para realizarse.
Misma situación ocurrió con los resultados, que finalmente una enfermera le informaría por teléfono, sin que esta emprendedora mujer estuviera preparada, en ningún sentido, para oírlos.
Luego de la llamada que la dejó confundida, comenzó su lucha contra la enfermedad. Ella y su hermana, quien la acompañó en el proceso, comenzaron a investigar a fondo, pues, aunque las dos tenían un grado universitario, no tenían información alguna sobre cáncer, que además no figuraba en su familia o círculo cercano.
“No sabíamos nada, me di cuenta de que es una educación completamente diferente, es mi cuerpo, es mi vida, quiero vivir, qué necesito hacer, como que todo eso comienza a entrar (en la mente) y no lo teníamos contemplado”, recuerda.
“Lo primero que piensas es ‘me voy a morir’, es lo primero… pero apenas tengo 40 años, y mis hijas qué”, se cuestionaba nuestra entrevistada.
Las dudas de esta visionaria se acrecentaron pues jamás presentó síntoma alguno, sin embargo, acepta que fue gracias a esa mamografía que se dio cuenta a tiempo del mal que la aquejaba.
Chia’s Silver Lining
Tras el diagnostico, ordenar sus ideas y comenzar a informarse, Chia decidió vender su compañía de eventos y, aunque temerosa de lo que venía en su vida y en la de sus hijas, se prometió que no permitiría que otras personas no se educaran sobre este y otros tipos de cáncer, por lo que actúo de inmediato.
“Yo tengo recursos… (pero) teniendo todo eso me hizo falta mucho”, lo que la llevó a pensar cómo iba a hacer una persona que no tuviera con qué enfrentar el padecimiento, por lo que aprovecho a las personas que ya había conocido en el hospital y puso manos a la obra.
“No quiero que nadie vaya a sentir lo que yo sentí en el camino, ese pánico de no saber; te paraliza el no saber por dónde empezar”, asegura.
Entonces, fue que nació Chia’s Silver Lining, una asociación sin fines de lucro que apoya y alienta a las personas que atraviesan por cualquier situación de salud desafiante.
Por medio de su página, chiasilverlining.com, esta sobreviviente, a partir de su experiencia se dedica a dar cursos a personas recién diagnosticada sin importar, si son hombres, mujeres o niños, así como a sus familias o amigos cercanos, que en este punto no saben cómo ayudar al paciente, qué hacer o cuál papel desarrollar dentro de esta nueva y desconocida etapa.
Cancer+Careers
Es así, que Chia también promueve el Cancer+Careers, un programa virtual de ayuda que ofrece sesiones para abordar preguntas y problemas urgentes relacionados no sólo con la enfermedad, sino también con el trabajo, la alimentación, el ejercicio, salud mental y la vida cotidiana a partir del que el diagnóstico es positivo.
Los pacientes deben aplicarse en el programa por seis meses, “lo único que pido es que me den ese tiempo para hacer ese cambio en su vida”, pide Wollschlager.
Emprendimiento
Pero la ayuda de Chia y su equipo de trabajo no se limita a las asesorías digitales, también decidió emprender en los productos para enfermos, cuyas ganancias se utilizan para apoyar a otros o simplemente beneficiar a la comunidad.
En la tienda virtual, chiasilverlining.com, se pueden encontrar cualquier cantidad de productos creados, diseñados y probados que facilitarán la vida del paciente, así como de las personas que se dedican a cuidar de ellos.
Los artículos son de diferentes precios y para todos los gustos, y se pueden comprar de manera individual o en su versión de canasta, la cual contiene varias cosas debidamente elegidas para cumplir una función específica. Hay desde cremas y aceites, hasta ropa que la misma entrevistada diseñó.
“A veces cuando las personas están pasando por el cáncer no sabemos cómo ayudarles… cada producto tiene por qué”, agrega.
De vuelta a la batalla
Tras ese diagnóstico hace seis años, Chia cumplió cabalmente con su tratamiento, se realizó una mastectomía parcial, tuvo 15 radiaciones y llevó tratamiento a base de Tamoxifeno, lo que le permitió sobrevivir y permanecer en remisión durante cinco años.
Tras el termino de ese lapso, llegó la pandemia y después del confinamiento, al querer reactivar su vida normal, esta valiente mujer acudió de nuevo a realizarse su mamografía, en la cual volvió a aparecer el cáncer, en el mismo seno y en la misma etapa del primero (Fase I), por lo que desde hace cuatro meses Chia volvió al campo de batalla, con la diferencia de que ahora es más fuerte y educada que la primera vez, por lo que estamos seguras de que volverá a vencer a este incomodo adversario.
Chia Wollschlager: double warrior
Six years ago, a routine check-up before her 40th birthday became the diagnosis that would change the destiny of Chia Wollschlager, a woman from El Paso who transformed her breast cancer into a life project.
Chia tells Visionarias her story, her path to recover her health and how she became, without looking for it, an educator about the disease; according to the latest data recorded by the World Health Organization (WHO) took the lives, only in 2020, of about 685 thousand women in the world.
Her story
Weeks before her birthday, as a routine check-up, our interviewee went to her gynecologist, who recommended a mammogram, which Chia took a long time to do.
The same situation occurred with the results, which a nurse would finally inform her over the phone without this enterprising woman being prepared, in any sense, to hear them.
After the call confused her, she began her fight against the disease. She and her sister, who accompanied her in the process, began to investigate thoroughly because, although they both had a university degree, they had no information about cancer, which also did not figure in their family or close circle.
“We didn’t know anything; I realized that it’s a completely different education, it’s my body, it’s my life, I want to live, what do I need to do, like all that starts to come in (in mind) and we didn’t have it contemplated,” she recalls.
“The first thing you think is ‘I’m going to die,’ that’s the first thing… but I’m barely 40 years old, and what about my daughters,” our interviewee questioned.
The doubts about this visionary increased because she never presented any symptoms. However, she accepts that it was thanks to that mammogram that she realized the disease that afflicted her in time.
Chia’s Silver Lining
After the diagnosis, sorting out her ideas and beginning to educate herself, Chia decided to sell her company. Although fearful of what was coming in her life and her daughters, she promised that she would not allow other people not to educate themselves about this. Different types of cancer, so she acted immediately.
“I have resources, but it wasn’t enough,”; That led her to think about how a person who did not have anything to deal with the disease would cope, so she took advantage of the people she had met at the hospital and started to work.
“I don’t want anyone to feel what I felt along the way, that panic of not knowing; it paralyzes you not knowing where to start,” she says.
That’s when Chia’s Silver Lining was born, a nonprofit that supports and encourages people going through any challenging health situation.
Through her website, chiasilverlining.com, this survivor, based on her experience, is dedicated to giving courses to newly diagnosed people, regardless of whether they are men, women or children, as well as to their families or close friends, who at this point do not know how to help the patient, what to do or what role to play in this new and unknown stage.
Cancer+Careers
Thus, Chia also promotes Cancer+Careers, a virtual support program that offers sessions to address urgent questions and problems related not only to the disease but also to work, diet, exercise, mental health and daily life after a positive diagnosis.
For six months, patients must apply to the program, “all I ask is that you give me that time to make that change in your life,” Wollschlager asks.
Entrepreneurship
But the help of Chia and her team is not limited to digital consulting; she also decided to start a business in products for the sick, whose profits are used to support others or simply benefit the community.
In the online store, chiasilverlining.com, you can find any number of products created, designed and tested that will facilitate the patient’s life, as well as the people who are dedicated to caring for them.
The items come in various price points to suit all tastes. They can be purchased individually or in a basket version containing several items properly chosen to fulfill a specific function. There is everything from creams and oils to clothes that the interviewee herself designed.
“Sometimes when people are going through cancer, we don’t know how to help them…each product has a reason,” she adds.
Back in the battle
After that diagnosis six years ago, Chia complied fully with her treatment, underwent a partial mastectomy, had 15 radiations and was treated with Tamoxifen, which allowed her to survive and remain in remission for five years.
After the end of that period, the pandemic arrived. After the confinement, when she wanted to reactivate her everyday life, this brave woman went again to have her mammogram, in which cancer reappeared in the same breast and the same stage of the first one (Stage I), so four months ago Chia returned to the battlefield, with the difference that now she is stronger and more educated than the first time, so we are sure that she will defeat this uncomfortable adversary again.