En las últimas décadas los trastornos de ansiedad han crecido en proporciones epidémicas; si a esto añadimos los sucesos que nos ha traído el 2020, es evidente que muchas personas están viviendo con preocupación y ansiedad.
En su más reciente libro, “Ansiosos por nada”, Max Lucado nos recuerda las palabras del apostol Pablo en Filipenses 4:6, “Por nada estéis afanosos…” y nos dice, “La presencia de la ansiedad es inevitable, pero la prisión de la ansiedad es opcional”.
Con su estilo característico, muestra a los lectores la fórmula bíblica para una vida libre de preocupación constante, exhortándoles a ser cuidadosos con lo que piensan, a dirigir sus pensamientos hacia lo verdadero, lo honesto, lo puro, lo justo, lo amable y lo que es de buen nombre, tal como lo describe el versículo 8.
Al poner en práctica los consejos que nos da el libro, elaborados en base a lo escrito por Pablo en Filipenses, el lector podrá desarrollar las herramientas necesarias para enfrentar los embates de la ansiedad.
Nos dice que Dios puede redefinir la forma en que afrontamos nuestros temores y ayudarnos a ganar la guerra contra la ansiedad y la preocupación.
Por medio de su poder experimentaremos la “paz que sobrepasa todo entendimiento”, y aunque la incertidumbre y la ansiedad nos rodeen o parezca que las malas noticias nos acechan, podremos tomar la decisión de no permitir que nos roben la paz.
Anxious for nothing
In the last decades anxiety disorders have grown in epidemic proportions; If to this we add the events that 2020 has brought us, it is evident that many people are living with worry and anxiety.
In his most recent book, “Anxious for Nothing”,Max Lucado reminds us the words of Apostle Paul in Philippians 4: 6, “Be anxious for nothing …” and tells us, “The presence of anxiety is inevitable, but prison of anxiety is optional”.
In his unique style, he shows readers the biblical formula for a life free from constant worry, urging them to be careful what they think, to direct their thoughts toward the true, honest, pure, just, kind, and to that is in a good name, as described in verse 8.
By putting into practice the advice given in the book, elaborated on the basis of what Paul wrote in Philippians, the reader will be able to develop the necessary tools to face the attacks of anxiety.
It tells us that God can redefine the way we face our fears and help us yo win the war against anxiety and worry.
Through its power we will experience the “peace that passes all understanding”, and even if uncertainty and anxiety surround us or it seems that bad news haunts us, we can make the decision to not allow our peace to be stolen.