Llevar a cabo esta acción nos ayuda a romper barreras y a eliminar la incertidumbre
Abrazar a las personas que son nuestra familia, apoyo y compañía no sólo segrega oxitocina, serotonina y dopamina como científicamente está comprobado, también recibimos y otorgamos una dosis de armonía y plenitud cargada de bienestar, tanto para el cuerpo como para el alma, y es una terapia mucho más íntima y efectiva.
La mayoría de las personas nos apoyamos en alguien para suplir la necesidad de compañía, amor y seguridad, sin embargo, la Biblia nos comparte una hermosa historia que habla de una mujer viuda, quien no tenía a quién acudir, ni en quien confiar, sólo Dios era su esperanza.
Esta historia nos muestra de confianza al saber que Jesucristo está a nuestro lado como un poderoso gigante que nos muestra la salida o la solución que necesitamos.
A veces aun en familia nos sentimos como la viuda, solos en medio de problemas y angustias, pero tenemos a aquel que nos abraza y controla en cualquier circunstancia; a través de su amor nos podemos fortalecer en familia.
Él pone ese poder en ti, así que te animo a comenzar a abrazar conscientemente pidiendo a Dios la guía para ser de consuelo y apoyo al que lo necesita, comienza en tu hogar donde se proyecte esa red de apoyo que Cristo está formando a través de los que le aman, los abrazos rompen barreras y eliminan la incertidumbre.
Comencemos hoy a prolongar nuestros abrazos; hace poco aprendí que, vivir sin abrazos sería como morir lentamente y por lo menos necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenernos felices y 12 abrazos para crecer.
Y tú, ¿cuántos abrazos llevas hoy?
- Los abrazos que necesitas
- 4 para sobrevivir
- 8 para mantener la felicidad
- 12 para crecer
Healing Hugs
Carrying out this action helps us to break down barriers and eliminate uncertainty
Hugging the people who are our family, support, and company not only secretes oxytocin, serotonin, and dopamine, as scientifically proven, but we also receive and grant a dose of harmony and fullness of well-being, both for the body and for the soul, and it is a much more intimate and effective therapy.
Most people rely on someone to supply their need for companionship, love, and security; however, the Bible shares a beautiful story of a widowed woman who had no one to turn to or trust; only God was her hope.
This story shows us confidence in knowing that Jesus Christ is by our side as a mighty giant who shows us the way out or the solution we need.
Sometimes, even in the family, we feel like the widow, alone amid problems and anguish, but we have Him who embraces and controls us in any circumstance; through His love, we can be strengthened as a family.
He puts that power in you, so I encourage you to begin to embrace consciously asking God for guidance to be of comfort and support to those who need it; start in your home where you project that network of support that Christ is forming through those who love Him, hugs break barriers and eliminate uncertainty.
Let’s start today by prolonging our hugs; I recently learned that living without hugs would be like dying slowly, and at least we need four hugs a day to survive, eight to keep us happy, and 12 hugs to grow.
And you, how many hugs have you had today?
- The hugs you need
- 4 to survive
- 8 to maintain happiness
- 12 to grow